“El Teatro de Títeres tiene una gran historia, contada con voz propia desde el imaginario de cada pueblo. Por su espíritu, ha sobrevivido al paso del tiempo y, gracias a su carácter trashumante, se ha multiplicado alrededor de todo el planeta”, reflexiona Maya Estrella, coordinadora del Festival Internacional de Títeres con Bombos y Platillos, que arranca hoy a las 11:30 en el Teatro México.

Esta es la vigésima segunda edición del encuentro, que nació en el año 2001 con el fin de acercar el arte a los sectores menos favorecidos de la capital.

“El arte se concentra en los sectores urbanizados, en los espacios culturales tradicionales, pero todos somos ciudadanos y tenemos derecho de acceder a la cultura. Por eso quisimos desde el inicio llegar a sectores donde normalmente no se podía acceder con facilidad a las propuestas culturales, y lo hemos hecho siempre con una mirada enfocada en los derechos”, añade.

Este año el encuentro se realiza en dos etapas. La primera empieza hoy y se extenderá hasta el domingo 19 de noviembre, mientras que la segunda etapa se extenderá del 1 al 5 de diciembre.

Hoy el encuentro arranca con la obra Vía en construcción: Con un mapa en el corazón, que incluye títeres gigantes, desarrollada por adolescentes en situación de movilidad humana y de población de acogida.

Dirigida por Yolanda Navas, directora del festival, la obra se construyó con base en las historias de los adolescentes participantes.

La pieza es, además, un guiño al encuentro del año pasado, que tuvo como hilo conductor el tema de la movilidad humana.

“Nos parece sumamente importante sensibilizar al público frente al hecho migratorio. No manejamos un discurso homologado, sino que lo tocamos de una manera que permita al público empatizar con esa vulnerabilidad y la realidad que enfrentan estos jóvenes”, comenta Estrella.

En el encuentro también participan varios colectivos locales, entre ellos Gotas Mágicas (Cuenca), Tilintintero (Quito), Espada de Madera (Quito), Sueño Yumbo (Quito), Titerefué (Quito) y Titiritainas (Quito), así como la agrupación española Títeres Cachirulo y la argentina Saltimbanqui Teatro de Títeres.

Las funciones de la primera etapa se podrán ver en la Sala Demetrio Aguilera Malta de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y en el Teatro Patio de Comedias. Adicionalmente se ofrecerán funciones en la Cruz Roja de la capital y en Ambato.

• Existir, un reto

De acuerdo con Estrella, mantener vivo el encuentro por 22 años ha sido un enorme reto. Pese a que en años anteriores Con bombos y platillos fue seleccionado como festival emblemático del país por el Ministerio de Cultura y Patrimonio, esto no ha garantizado la continuidad de fondos para que se siga realizando.

“Ha sido muy difícil seguir vivos, hay que bregar con la falta de una política pública estructurada en función de generar coberturas para el sector cultural. Nuestro objetivo siempre ha sido llegar a territorio con propuestas artísticas donde el arte es escasísimo. Mantener el festival a flote, a veces con apoyo, a veces con autogestión, ha sido muy complejo”.

Este año, frente al limitado presupuesto, el encuentro tuvo que reducir la cantidad de grupos participantes. En años anteriores, en cambio, han podido acoger a agrupaciones de Italia, España, Portugal, Francia, Eslovenia, Bosnia, República Checa, Alemania, Rusia, Inglaterra, Suiza, Kenya, entre otros países.

“A lo largo de estos años hemos ofrecido 225 funciones en la CCE, 220 en barrios, escuelas fiscales, casas de salud pública, centros de rehabilitación y espacios públicos de Quito, 60 funciones en cantones de la provincia de Pichincha y 190 funciones en diferentes provincias y ciudades del país. Eso demuestra nuestro trabajo en la construcción de públicos”, destaca.

• Un arte en manos de dos agrupaciones emblemáticas

“En Ecuador no hay formación titiritera”, señala Estrella. “Es muy distinto estudiar actuación o dirección a hacer teatro de títeres. Acá no existe una formación universitaria o integral en títeres, y quienes se dedican a este arte deben aprender de manera artesanal o estudiando con maestros de este arte”.

Con ese objetivo fue también que el colectivo Titerefué decidió crear este encuentro. “A través del intercambio con compañías de otros países, también hemos podido perfeccionar lo que hacemos”, dice.

En esta edición, las agrupaciones extranjeras invitadas acumulan una larga trayectoria.

La española Títeres Cachirulo fue fundada en 1985 y se caracteriza por una rica producción de espectáculos que combinan textos clásicos con autorías propias de una gran variedad de técnicas: marionetas de hilo, guante chino, bunraku, guiñol, sombras, objetos y teatro de calle.

A lo largo de los años, Cachirulo ha realizado más de 35 montajes, destacando espectáculos como Pinocho y Camino de aventuras. Durante su visita al país ofrecerán dos funciones de Do, re, mi, Mozart juega aquí, pieza que obtuvo el Premio al Mejor Espectáculo de Marionetas en el cuarto festival iberoamericano de teatro Cumbre de las Américas en 2008. Estas serán el domingo 12 y el sábado 18 de noviembre.

Saltimbanquis Teatro de Títeres, en cambio, es liderado por la artista Isadora Plateroti quien, a mediados de los años 2000, fundó su colectivo con el fin de ahondar en la técnica de mesa y la técnica boca guante.

En el encuentro presentará la obra Al diablo con el pan, lo hicimos trabajar, que se exhibirá el sábado 18 y domingo 19.

Finalmente, el colectivo organizador, Titerefué, pondrá en escena las obras Diente de leche y Chavela la súper abuela. El ingreso a las funciones de estos colectivos sí tiene un costo y los boletos se pueden adquirir en los teatros que harán de sede.

• Un festival montado en dos etapas

Si bien la primera etapa del encuentro se llevará a cabo en los teatros de la capital, la segunda etapa, que comienza el 1 de diciembre, se centrará exclusivamente en la zona rural del Distrito Metropolitano.

Ahí la inauguración será en Yaku Museo del Agua, sector de El Placer, donde la agrupación Gotas Mágicas montará la obra Madre selva a las 11:00. De ahí hasta el 5 de diciembre, los colectivos invitados se presentarán en la Casa Comunal de Tumbaco, la Casa Barrial Puertas del Sol del Comité del Pueblo, la Casa Comunal de la Virgen del Pilar en San Antonio de Pichincha, entre otros espacios.

Las funciones también se darán en espacios alternativos, como explica Estrella. “La idea es llegar a sectores donde no llegan las propuestas artísticas, y por eso también nos gusta brindar funciones en mercados, en plazas, en canchas, en sitios a donde la gente de cada sector pueda llegar”.

En el recorrido rural también han sido incluidos los sectores de Calderón, San Miguel de El Quinche, San Miguel del Común, Lumbisí y Carapungo. Estas funciones son todas de carácter gratuito.

El encuentro concluirá el 5 de diciembre con una función de La historia del huevo perdido del colectivo Titiritainas, a las 15:00, en la Casa Comunal de Lumbisí, Cumbayá.