Durante 2020 y 2021 el país, al igual que el resto del mundo, ha vivido una pandemia causada por el coronavirus. Los artistas están entre los más afectados, pues se suspendieron conciertos, eventos, espectáculos teatrales, la producción nacional en los canales desapareció, muchos de ellos (actores y directores) fueron despedidos y las academias debieron cerrar puertas. Además la industria de la moda está en crisis. ¿Qué esperan de la nueva administración?

Según la cantante Hilda Murillo, “nunca imaginamos que esta pandemia nos traería situaciones difíciles. Los artistas llevamos una gran responsabilidad de expresarnos a través de la música, nos merecemos atención y difusión en los medios para que nuestro material sea difundido, que se incluyan producciones musicales en la programación de los canales, que cumplan con la ley. Ojalá que puedan tener un seguro social. Y que los artistas de trayectoria sean reconocidos con una pensión, los de la Costa han sido olvidados”.

El actor Fabo Doja dice que aspira que se generen fuentes de trabajo en el ámbito cultural, teatral, radial y audiovisual. “Además que se protejan y respeten las leyes para los actores y las regalías correspondientes. Que nos aseguren, que tengamos los mismos derechos que otras profesiones. Que se creen más espacios culturales y se fomente la cultura”.

“No podemos salir a trabajar porque no estamos vacunados. Mi madre es adulta mayor y, si salgo, corro el riesgo de contagiarme y que ella se enferme. Ya se puso la primera dosis, pero la han dejado esperando la segunda. Las vacunas son un derecho, no nos están haciendo un favor. Es lo que espero. Vacunados podremos reactivar las actividades, se organizarán eventos y reinados”, expresa el diseñador Luis Tippán.

 “El gremio más golpeado y menos tomado en cuenta con medidas serias y dignificantes es la comunidad artística. En Guayaquil los pocos teatros que han sobrevivido, entre ellos Pop Up, Café Toledo y Del Ángel, han tenido que cerrar o han trabajado a medias. No hubo acercamientos para dialogar y generar ideas con el fin de lograr acuerdos. Hay una total y completa actitud indolente. 

Aspiro a que por primera vez se legisle y se ejecute una verdadera política de cultura. Una propuesta que implemente arte y cultura en el pénsum educativo. De esta forma no solo los gestores culturales tendrían trabajo, sino que por primera vez la cultura lograría el rol preponderante que se merece”, expresa el director Jorge Toledo.