Elizabeth Butler (Charlie Murphy) y Frances O´Flaherty (Ruth Bradley) son grandes amigas y juntas entretienen a sus familiares y amigos con una versión de El Mikado. Entre los invitados figura Jimmy Mahon (Brian Gleeson), quien forma parte de un grupo que ansía convertir a Irlanda en una república y no una colonia del Reino Unido.

Estamos en 1914, cuando Europa se encuentra al borde de una primera guerra mundial, llamada entonces La Gran Guerra. Dos años más tarde, Dublín trata de soportar el llamado ‘Lanzamiento de Pascua’, movimiento revolucionario que lucha por la libertad de Irlanda, que apoya a Éamon De Valera (1882-1975), líder importante de esta gesta libertaria.

A medida que las expectativas de una corta y gloriosa campaña se desvanecen, la estabilidad social se erosiona y el nacionalismo irlandés pasa a primer plano. Los sucesos tumultuosos que siguen se ven a través de los ojos de un grupo de amigos. Las muchachas que dieron comienzo a la historia han plegado pero bajo caminos diferentes y cada una afrontará su destino.

Netflix nos está conduciendo a ser espectadores de filmes o series de televisión que difícilmente hubiéramos podido ver. Esta vez le toca a Irlanda con una miniserie que, si bien no es superior a otras, también sirve para educar, aunque alejada de total veracidad histórica según la crítica europea.

Sin embargo a su director, el finlandés Aku Louhimies, y su guionista (Colin Teevan) parece no importarles y mantienen una saga que contiene exceso de personajes ficticios y situaciones enredadas. Esto genera algo de confusión; por esto, con datos de Wikipedia, extendí el argumento,

A través de la miniserie vemos la gestación del IRA (por sus siglas en inglés: Irish Republican Army), la presencia de Michael Collins (Sebastián Thommen), su director de inteligencia y futuro presidente del gobierno provisional irlandés así como toda la intriga política.

No obstante, lo que llama la atención es la violencia con la que se desarrollan los hechos, donde vemos que se mata o tortura sin remordimiento o duda alguna. Es, simplemente, una batalla campal, asesina, que se muestra sin tapujos, con tremenda crueldad, en la que se ve ir al amigo contra el amigo y ampliar la red de espías que se va tramando. Sugestiva es la forma con que exponen el comportamiento de la iglesia católica y sus sacerdotes.

La puesta en escena de Rebelión es llamativa, interesante, como lo es el uso del color. La ambientación es óptima, tanto en vestuario como el de los automóviles de la época y sus mobiliario. La fotografía es impactante.

¿Las actuaciones? Acertadas, especialmente la de Sarah Green en el rol de May. Ella es inteligencia y emociones máximas, producidas por su actitud frente a los hechos que ella misma forja.

Netflix muestra las dos primeras temporadas y encuentro que la tercera se estrenaría a fines del 2021.

CALIFICACIÓN: * * * ½