Tras dos meses de vacaciones en Grecia, Máxima de Holanda retoma la vida pública junto a su esposo, el rey Guillermo, y sus hijas Amalia y Alexia. La familia real casi al completo disfrutó del Gran Premio de la Formula 1 que se desarrolló en Zandvoort, a las afueras de Ámsterdam, una cita deportiva en la que triunfó el holandés Max Verstappen.

Los cuatro se presentaron con un buen ánimo. Si hubo una fan absoluta, esa fue Alexia que no paraba de inmortalizar momentos con su cámara del celular.

Recorrieron las instalaciones antes de que se diera el pistoletazo de salida, dejando ver su lado más cercano y familiar. Además, tuvieron la oportunidad de charlar con algunos pilotos minutos antes del inicio de la carrera.

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La reina lució un mono de algodón ligero, con una cazadora de cuero por encima de los hombros; la princesa Amalia optó por unos pantalones anchos con blusa estampada, deportivas y un abrigo largo de la marca española Mango; en tanto que la princesa Alexia vistió un mono de tejido vaquero y unos aretes largos compuestos de varios corazones.

Amalia se comportó a la altura de su posición como heredera al trono, más seria y formal, dando la mano y preguntando de manera muy ‘profesional’.

La princesa todavía no ha recuperado su vida ‘normal’ tras recibir amenazas de la mafia de su país, lo que la ha obligado a cambiar sus planes de residir en Ámsterdam mientras estudia en la universidad. Suele hacer frecuentes viajes a Madrid.  

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