El domingo 10 de marzo, el príncipe Eduardo, hermano menor del monarca británico, quien ha mantenido siempre un bajo perfil, celebró su llegada al sexto piso. Fue un día especial. Casado con Sophie Rhys-Jones, con quien tiene dos hijos, recibió la más alta condecoración escocesa: fue nombrado miembro de la Orden del Cardo, distinción concedida por el rey Carlos III.

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Con motivo de su cumpleaños, se publicaron también cuatro fotos del duque de Edimburgo, título heredado de su padre hace justo un año, que fueron tomadas por Chris Jelf el 4 de marzo en su residencia en Bagshot Park, cerca de Windsor. En ellas se lo ve junto a sus perros Teal (labrador), Mole (cocker spaniel) y Teasel (cachorro de labrador).

Pero estas no tuvieron la misma trascendencia que la de Kate Middleton, princesa de Gales, acompañada de sus tres hijos. Esas, definitivamente, se robaron el show.

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Su esposa, sin embargo, le envió un hermoso mensaje, en el que dice que se siente muy orgullosa de su pareja. Lo hizo durante un discurso que ofreció el 8 de marzo en una celebración previa al cumpleaños del duque.

“Él ha sido mi guía y me ha mostrado el camino a lo largo de los años. Me ha brindado mucha ayuda y consejos, y sus conocimientos e instintos, perfeccionados durante décadas de servicio, son incalculables”, aseguró la duquesa de Edimburgo. 

Pero lo más emotivo fueron, quizás sus últimas palabras: “Al igual que mi suegro, mi marido nunca busca cumplidos. Por eso cuando recibe el reconocimiento siempre es una sorpresa total para él. Por ello agradezco esta oportunidad de, por una vez, poder celebrarlo y felicitarlo públicamente. Es el mejor padre, el marido más cariñoso y sigue siendo mi mejor amigo”.  Las lágrimas de emoción del cumpleañero no se hicieron esperar.

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