Verónica Jerez es artesana y tiene un local en la feria. Mientras espera a los clientes no deja de hilar la lana de borrego, pues esa es la materia prima para los tapices y todas las prendas que elaboran. La joven indígena es muy segura de sus metas, mencionó que trabajan con los artesanos adultos, autoridades locales y provinciales para seguir con la búsqueda de nuevos mercados.

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No es la única. Los jóvenes de Salasaka han reconocido la importancia de preservar y promover su patrimonio cultural, y han decidido tomar medidas para mantener vivo el arte del tejido de tapices.

Pese a que tejen diferentes artesanías y prendas, buscan potenciar aún más la venta del tapiz, pues aseguran que es la prenda referencial de Salasaka.

El 40 % de los habitantes de Salasaka se dedican a elaborar los tapices. El tapiz es un paño que en la parroquia lo tejen con lana de borrego o alpaca y en este plasman sus tradiciones, cultura y la vivencia diaria de la comunidad. También los decoran con los paisajes del Ecuador.

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En la parroquia de 5 mil habitantes, al menos unos 2.000 dedican el mejor esfuerzo a la artesanía de este producto que es el referente en la parroquia de Pelileo, en Tungurahua.

• Salasaka está a 20 minutos de Ambato, en la vía que conecta a Baños y al Oriente. En el 2018 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador, es el único pueblo indígena de Tungurahua con esa denominación. El 40% de los habitantes de esta población andina se dedica a elaborar los famosos tapices.

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Es el único también en fijarse una marca en el mercado nacional e internacional con los tapices, que aún se confeccionan de manera artesanal con los telares de madera.

Estos trabajos tienen diferentes medidas: pequeños, grandes, medianos. Depende el uso que se le va a dar es el tamaño. Hay pequeños que bien sirven para cuadros o los muy grandes para decorar una pared o de alfombra. Rosa Jerez aseguró que cada uno, según el tamaño, lleva su tiempo elaborarlo, puede tardar un día hasta una semana, dependiendo de las imágenes que le hagan.

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Francisca Masaquiza, vicepresidenta de la Feria Artesanal, mencionó que los ofertan en la feria permanente y en los locales que existen en la parroquia. También hay muchos migrantes que les hacen el pedido para ofertar en los mercados internacionales.

LO OFERTAN EN EE. UU. Y EUROPA

En la feria principal existen 36 locales donde se venden entre cinco tapices cada día. Con simbologías propias de la cosmovisión andina y colores muy diversos que consiguen con las plantas que les ofrece la madre tierra. Verónica Jerez, quien tiene 22 años, asegura que ahora los jóvenes están retomando el legado de sus padres. En la actualidad desde la parroquia producen para vender en la feria local y a sus principales mercados dentro del país: Otavalo, Quito, Cuenca y Guayaquil, pero también para enviar a los migrantes que están en Galápagos, Europa y Estados Unidos. Myriam Masaquisa, promotora de Turismo del Consorcio de Gobiernos Parroquiales de Tungurahua (Conogopare), dice que en Galápagos tienen el mayor número de migrantes. Alrededor de 3 mil, donde el 5 % vende tapices. En la parroquia los paños pueden variar en el precio y hay desde los 5 dólares que son los más pequeños, hasta los grandes a 100 dólares. Mientras que en el mercado extranjero el precio se puede duplicar, según la promotora de turismo.