Ante la situación de crisis de seguridad nacional que vive el país, la Fundación Terminal Terrestre lanzó desde el martes 8 de enero un plan piloto para desarrollar operativos de control y coordinación en la terminal principal de Guayaquil, que se ubica en la avenida Benjamín Rosales y las Américas.

De acuerdo al ente, las acciones que se ejecutarán de forma aleatoria a lo largo de esta instalación, se dará en los exteriores e interiores de la estación, tanto en la zona de arribos como los paraderos de buses urbanos.

“La Terminal Terrestre de Guayaquil es un foco importante por la operatividad que maneja y el número de ciudadanos que transitan diariamente. Se están desarrollando operativos de control y coordinación con las diferentes entidades municipales y públicas”, detalló en un comunicado, Ronald Bermúdez, director de la Terminal Terrestre.

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Dentro de los operativos de monitoreo se contará con la presencia de distintas entidades de vigilancia como la Policía Nacional, Segura EP y el personal de guardianía de la terminal. Adicional a la presencia de estos uniformados, el ente informa que contará con el apoyo de dos canes entrenados para detectar sustancias sujetas a fiscalización, como drogas o demás elementos ilegales.

Los operativos se han intensificado en todos los ámbitos posibles por parte del Cabildo y el resto de autoridades del Puerto Principal, pero los ciudadanos no se sienten más seguros.

"La situación en la que estamos es por el quemeimportismo que las autoridades han tenido ya hace tiempo. Lo que vemos son solo las consecuencias, y actúan solo cuando ya todo se fue por el abismo", reclama Franco Salazar, quien considera que los operativos en terminales son un buen paso, pero con toda la corrupción que se ha visto en cada estrato, teme que sea de nada y cualquier filtro que se coloque sea traspasado con facilidad.

Hasta eso, el temor se adueña de las mentes de los guayaquileños, que no ven la hora de retornar a sus hogares. "Solo quiero salir ya del trabajo y ver a mi familia segura. Con tanto prófugo suelto, atentados que han ocurrido, secuestros que han pasado y extorsiones, me aterra imaginar que puedo ser otra víctima", comenta el guayaquileño Milton Ordóñez.

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