Taxista amarillo
Al gremio del taxismo le preocupa la inseguridad y otros problemas que tiene la ciudad.Cortesía

Los taxistas de Guayaquil analizan las propuestas que entregarán al nuevo alcalde

Señalan que la delincuencia, los baches en las calles y las multas indebidas afectan al gremio

Este martes 4 de abril, los delegados de la Unión Cantonal de Operadoras de Taxis de Guayaquil (Ucotag), se reunieron en una asamblea para analizar la situación actual del taxismo y las propuestas que entregarán al nuevo alcalde de la ciudad, Aquiles Álvarez, quien se posesionará el próximo mes de mayo.

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La jornada se desarrolló en las instalaciones de la sede de Ucotag, ubicada en Carchi y Azuay, en la que participaron dirigente de los 5.000 socios taxistas.

Buster Maldonado, presidente de la Ucotag, dijo que al taxismo no les tomó por sorpresa el toque de queda dispuesto por el Gobierno, ya que el sector, desde hace más de un año, decidió no laborar durante la madrugada como medida por la inseguridad.

Dijo que algunos taxistas han sido víctimas de robo y secuestro exprés, por lo que esperan tener un acercamiento con las autoridades, con el fin de exponer este y otros problemas que les aquejan y buscar soluciones.

“Trabajar principalmente en las noches representa incluso exponer la vida. Ahora no solo te asaltan sino hasta te hieren y constantes los secuestros”, manifestó el dirigente.

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A esto, según Maldonado, se suma el mal estado de las vías, lo que representa un gasto adicional en el mantenimiento de los vehículos, pues ya no se realiza una revisión preventiva sino correctiva, la cual llega a costar más de 700 dólares.

El taxista Leonel Armijos comentó que Esmeraldas, Los Ríos, Padre Solano, puente de la Unidad Nacional y otras calles del sur de Guayaquil tienen ‘cráteres’ que generan problemas al vehículo.

Jaime Gustavo Iturralde, presidente de la cooperativa 28 de Mayo, considera que el valor del mantenimiento no se compara con los montos que deben pagar por multas de los fotorradares, los que en algunas ocasiones están descalibrados y ubicados al final de una pendiente. “Un ejemplo es el equipo ubicado en la Av. del Bombero, a la altura del Colegio Xavier”, puntualizó.