Los pobladores de Anconcito, jurisdicción del cantón Salinas, provincia de Santa Elena, se encuentran alarmados ante la profanación de la tumba de un hombre que fue acribillado el pasado 2 de noviembre, en el barrio El Dorado.

Lo asombroso del caso es que, al estilo del fallecido narco colombiano Pablo Escobar o de los carteles mexicanos, los responsables de romper la bóveda no se llevaron el cuerpo de Johnny Alexis Piguave López, de 28 años, sino que volvieron a balear el ataúd y le prendieron fuego a las osamentas.

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Una fuente comentó que en el lugar se encontró un panfleto en donde se amenaza a un hermano de la víctima, a quien los sicarios buscan para eliminarlo. En el texto le advierten que “donde quiera que se esconda lo van a encontrar”.

Tras la muerte de Piguave López, todos sus familiares abandonaron la provincia y se desconoce su paradero. El hermano de Johnny Alexis, antes de irse del sitio acudió a su tumba donde habría jurado encontrar a los sicarios que le quitaron la vida a su ‘ñaño’, para matarlos.

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“Dios mío, hasta donde hemos llegado en Anconcito. estamos en manos de la mafia. Es inaudito lo que está pasando”, comentó muy nervioso un poblador.

“Tenemos mucho temor, porque si una persona reclama seguridad aquí, de seguro es un hombre muerto. Hemos pedido desde hace tiempo que el Ejército intervenga a nuestro pueblo”, añadió un pescador.

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