Roberto Zapata lleva 50 años empujando su embarcación hacia el mar cuando sale de pesca;y, cuando regresa, le toca hacer la misma tarea para ‘estacionarla’ en la playa.

Hasta hace unos 30 años estaba bien hacer ese trabajo, pero los tiempos cambian y llegó la modernización. Es por ello que, desde hace 15 años están pidiendo al Municipio de Playas que se construya un muelle artesanal, para acoderar las pangas, señala Cirilo Tomalá, dirigente pesquero, quien sostiene que esos pedidos aún no han tenido respuestas.

Pero no solo es la necesidad de tener dónde atracar las embarcaciones. En los últimos años, las flotas han aumentado, por lo que ocupan más espacio en la playa.

En la actualidad hay 400 que ocupan el área concesionada a los pescadores agremiados; pero existen otras 100 embarcaciones independientes, que ocupan más de 500 metros de playa y esto ya comienza a molestar a los turistas, que se bañan en el sector del varadero, ubicado al sur de la playa, reconoce David de la A, presidente de la Unión de Cooperativas Pesqueras Artesanales del cantón Playas. (Ucopacp), que agrupa a cuatro gremios con unos 1.200 pescadores (3 por fibra), más los independientes. Las embarcaciones, cuya vida útil terminó, también están en la playa, pese a que hay un astillero en la vía a Engabao, donde nadie las lleva.

“Tener un muelle significa desocupar la playa, y que nuestras embarcaciones y motores tengan más tiempo de vida útil, pues en el trajín de subir y bajarlas al agua se golpean y se dañan; además hay que pagarles a los ‘forzudos’ (que suben las pangas) y los fletes para llevar los motores a casa; todo esto genera un gasto de 10 dólares”, detalla De la A.

El pescador Alberto Tomalá señala que con un muelle pueden trabajar hasta dos jornadas, es decir, salir a pescar dos veces al día. “Actualmente, solo se hace una, por el trabajo de subir y bajar las embarcaciones. Queremos un muelle con toda su infraestructura completa; cámaras, de frío, estación de combustible, centro de acopio y seguridad; y de más insumos”, pidió    Tomalá al considerar que los ‘forzudos’ no perderían sus fuentes de trabajo, pues ellos pasarían a cuidar las embarcaciones en el muelle.

Roberto Cruz Escalante, dirigente pesquero, recuerda que en agosto de 2022, se reunieron con el ingeniero Jorge Espinoza, técnico de la consultora Solsua, con quien se socializó el tema de estudios de productividad, del proyecto del muelle pesquero tipo Darsen, para pescadores artesanales.

El experto recomendó que se construya el embarcadero de manera prioritaria, en vista de que los aguajes son cada vez mas grandes. Además, porque el mar está recuperando el espacio que antes tenía y que subía hasta el parque infantil; y, ya no queda mucho espacio en la    zona del varadero. También sugirió que “se declare en estado de emergencia la zona del varadero, desde la bajada del Humboldt, hasta la altura de la avenida del Pacífico y que, con urgencia, se realice el estudio para la construcción del muelle tipo espigón, porque los pescadores están siendo afectados por el oleaje”, dijo Cruz. Mostró el documento donde consta que esas sugerencias la hicieron llegar al exalcalde Dany Mite, en el 2022, pero no hubo respuesta al tema.

El actual alcalde, Gabriel Balladares, dijo a EXPRESO que ya se están realizando los estudios para la construcción del muelle, los que determinarán en qué lugar se lo construirá y los costos de la obra, para buscar financiamiento. Existe la posibilidad de que el muelle se lo construya por la zona del Pelado, al norte, pero eso estaría por confirmarse, ya que es una zona de desove de las especies marinas, dijo el burgomaestre.

Sin embargo, los pescadores cuestionan que si en realidad se están haciendo los estudios    con técnicos en la materia, no se los haya llamado a ellos que conocen el mar, para aportar con ideas.