Diciembre llegó, abundan las ofertas y, en efecto, la pirotecnia también hace su ‘arribo’. Pero en Guayaquil hay lugares donde estos elementos reposan generando riesgo y es por esto que se encienden las alarmas. Un ejemplo de esto ocurre en la popular y agitada zona de la Bahía, en el centro de la ciudad, pues ninguna de las bodegas cuenta con permisos, sobre todo del Cuerpo de Bomberos.

Así lo afirmó en una entrevista a EXPRESO el director de Justicia y Vigilancia del Municipio, Shuber Urgilés, quien además de calificar este tema como “delicado”, precisó que el uso de suelo de las bodegas dentro de este sector impide que se puedan ejercer ese tipo de actividades.

“Todas las bodegas que están en la Bahía, ninguna tiene permisos de bomberos; una chispita, el calor, puede ocasionar un grave desenlace...”, sentenció el funcionario, al mencionar firmemente que estos sitios no están autorizados para ejercer ese tipo de comercio.

Sin embargo, pese a los riesgos que esto genera o que no cuenten con la venia, esta situación continúa ocurriendo. Como ejemplos figuran los hechos que se registraron, durante esta semana, al conocerse de casos de clausura de bodegas y el decomiso de fuegos artificiales.

En el primero, ocurrido en las calles Rumichaca y Huancavilca, el Municipio argumentó que la bodega fue clausurada porque almacenaba dichos juegos y, en el segundo caso, ocurrido en la Huayna Cápac y Ayacucho; había fuegos artificiales que se vendían clandestinamente.

En un video difundido por la entidad se observó que estos elementos se encontraban en cajas hasta en el interior de lo que sería un baño. En el mismo sector, la inspección municipal detectó otra bodega con mercadería variada, la cual tampoco tenía permiso de funcionamiento.

¿Pero cuál es la postura del Cuerpo de Bomberos? ¿Es suficiente con la colocación de un sello, como los de clausura? ¿Cuántas bodegas hay, en cuántas se ha identificado que guardan pirotecnia y cuántas asimismo son clandestinas? ¿Por qué continúan apareciendo estos casos en la Bahía? Fueron algunas de las preguntas que este Diario intentó llevar al Cuerpo de Bomberos al solicitar una entrevista, que hasta el cierre de esta edición no fue concedida. Esto está pendiente.

En tanto, Urgilés ha argumentado que la actuación por parte de la dependencia municipal que representa es que se ejecutan operativos en conjunto con la Empresa Pública Municipal para la Gestión de Riesgos y Control de Seguridad (Segura EP), con el fin de tratar de identificar estas bodegas.

En tanto, EXPRESO realizó un recorrido por diferentes sectores de la zona en cuestión y comprobó que son varias las personas que ofrecen el producto, ya sea entre las aceras o calles que, por estos días, tienen una alta demanda de personas a propósito de las fiestas decembrinas.

Al conversar con los presidentes de las asociaciones de comerciantes concuerdan con que esta situación les genera preocupación y hay quienes recuerdan aquel voraz incendio suscitado un diciembre de finales de los 90.

Uno de ellos es Nelson Muñoz, presidente de la Asociación 4 de Diciembre, que calificó a esta problemática como “incontrolable”, por lo que, advirtió, que el peligro no solo lo tienen los comerciantes, sino también quienes llegan a diario a la Bahía.

“Quienes traen esto son los importadores y el control es de las Fuerzas Armadas. Nosotros como comerciantes esperamos que haya más control, tanto de las Fuerzas Armadas como de la Policía Nacional, porque ya verá que desde el 20 de diciembre estos artefactos se venden como si fuera una camisa o un pantalón”, sentenció.

Un comentario similar formuló Mónica Cajías, presidenta de la Asociación Diez de Agosto. “Es peligroso y nos afecta a todos porque así sea un fósforo puede quemar toda nuestra mercadería. Las autoridades lo saben y es por esto que les pedimos más operativos”.

Ese pedido se multiplica en quienes aún viven en el centro, ya sea en condominios o trabajadores de calles aledañas a la Bahía, ya que, coinciden, cada vez aumenta la venta de la pirotecnia. “No es posible que estos materiales continúen generando peligro; aquí vienen familias enteras y es muy lamentable que, como dicen, una chispa puede desencadenar un incendio. Los módulos son pequeños y se puede propagar”, comentó Shirley Chávez, propietaria de un negocio del sector.

Policía: “pirotécnicos no son un juego de niños”

A las instalaciones del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), tanto de Quito como de Guayaquil, se lanzó la campaña ‘Los explosivos tipo pirotécnicos no son juego de niños”, con la participación de estudiantes. Marco Narváez, subcomandante de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), explicó que esta iniciativa apunta evitar el uso de estos artefactos que, dijo, “causan un daño a su cuerpo, manos, brazos y a la vida...”. Aseguró que desde el 2005, año que se lanzó la campaña, “ha bajado la incidencia sustancialmente en cuanto a la accidentabilidad”.

Sobre la campaña, en un artículo publicado en la página web oficial de la Policía Nacional se lee que, para este año, se prestará “especial atención” a las cinco provincias en donde se evidenció mayor cantidad de decomisos antiexplosivos: Guayas (Guayaquil, Triunfo, Bucay, Salitre), Los Ríos (Vinces), Santa Elena (Salinas), Pichincha (Quito) y Azuay (Girón).

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