Los parques de la ciudadela Albatros, norte de Guayaquil, han perdido su verdor. El descuido por parte de las autoridades municipales les ha pasado factura y está afectando a esas zonas que hoy lucen descoloridas.

Los residentes se comunicaron con EXPRESO para manifestar su preocupación por la situación actual de estas áreas que lucen poco atractivas debido al abandono y a la falta de mantenimiento desde hace un lustro.

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“Desde el 2018 hemos venimos solicitando al Municipio la intervención de nuestros parques para que los niños y las familias tengan un lugar adecuado para recrearse; pero nunca fuimos atendidos”, lamenta Alba Muñoz, quien habita hace 10 años en la manzana 5 de la ciudadela, justo al frente de una de las áreas descuidadas.

Cuenta que un grupo de vecinos se ha unido para volver a insistir en el pedido. “Ojalá que esta nueva administración municipal nos tome en cuenta y ubique nuestros parques en la lista de intervenciones que tiene planificada”, menciona.

EXPRESO consultó al Cabildo ¿qué planes tiene para rescatar las áreas verdes de la ciudadela Albatros? y si ¿la Dirección de Áreas Verdes se ha puesto en contacto con los residentes para conocer los problemas? Pero hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta.

Al momento, los árboles de los parques están marchitos, sus hojas y ramas secas están dispersas por todo los predios; incluso las raíces han comenzado a levantar el pavimento, lo que pone en riesgo a los visitantes, ya que podrían tropezar y caer. También inquieta a quienes viven cerca, pues temen que dañen la estructura de sus hogares.

Los columpios están en mal estado. Los pocos niños que llegan a divertirse se encuentran con las cadenas oxidadas y las mecedoras sobre el suelo.

También hay algunos bancos de cemento despintados y desportillados y las resbaladeras presentan el mismo panorama por la desatención.

Las fundas con basura, botellas de plástico y de licor que dejan los ‘visitantes’, que han hecho de los parques una habitación de paso, están dispersas y afean el ambiente.

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Grecia Álvarez, quien reside en la manzana 25, comenta que el mal estado de los parques convierte al sector en inseguro, ya que personas ajenas a la zona se toman los espacios para cometer delitos.

“Nuestros parques están llenos de maleza y sirven de refugios para pandilleros y vagabundos que llegan a diario a la ciudadela para dormir, consumir drogas y cometer robos en las viviendas aledañas. A ellos se los observa a todas horas; pero aprovechan la oscuridad de la noche, originada por los daños de las luminarias, para cometer sus fechorías y volver un calvario las vidas de los residentes”, menciona Álvarez.

Sebastián Mendoza, otro residente, sugiere que las áreas verdes de Albatros sean repotenciadas para que la comunidad tenga un lugar de esparcimiento. Luego, añade, se les debe dar mantenimiento constante para que se conserven útiles para la comunidad.

En cambio, Betty Parrales, habitante de la manzana 7, lamenta que las autoridades no se hayan hecho cargo del mejoramiento de estos lugares.