El ‘Parque de los niños’ que colinda con las manzanas 136, 137 y 138 de la ciudadela Guayacanes etapa IV, parece un corral donde predomina el polvo y la tierra arrasada. La falta de mantenimiento, desde hace tres décadas, le ha pasado factura.

Los residentes de este sector del norte de Guayaquil nuevamente se comunicaron con EXPRESO para reiterar su preocupación por la situación de esta área que luce descuidada.

“Hace treinta años hemos estado solicitando al Municipio la intervención de nuestro parque para que los niños y las familias tengan un lugar adecuado para recrearse, pero nunca fuimos atendidos de manera oportuna”, lamenta Paola Pinos, presidenta del Comité Promejoras del sector, al destacar que ese es el tiempo que también llevan pidiendo la regeneración integral de esta área.

El parque ya no tiene árboles porque los que existían fueron talados al ser infectados por la cochinilla. Ahora, solo quedan pedazos de troncos agarrados de sus raíces que ofrecen un panorama lúgubre a las instalaciones que han dejado de ser atractivas para los vecinos.

Hasta el mediodía de ayer, en el parque aún permanecían los restos de troncos de los árboles talados. Según los residentes, estos están hace dos semanas. “Una volqueta se llevó algunos maderos, pero otros han quedado en el predio obstaculizando el paso de quienes atraviesan el área como un atajo”, resalta Pinos.

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Cuando EXPRESO llegó al lugar, una cuadrilla de Áreas Verdes Municipal realizaba la limpieza y el desbroce de la maleza, en medio de la satisfacción de los residentes.

“Pero no es lo único que queremos. El parque necesita ser regenerado. Nos merecemos tener un área verde con árboles sanos, camineras reconstruidas, juegos infantiles en buen estado para que los niños puedan recrearse, y máquinas geriátricas para que los adultos se ejerciten cerca de sus casas”, manifiesta Hilda López, secretaria del comité.

La dirigente barrial recuerda que las camineras están destruidas hace dos años, luego de que un tractor y una camioneta ingresaron al área para remover la maleza que había crecido. “En esa ocasión se llevaron el monte, pero dejaron cuarteado todo el cemento. Desde entonces allí ya no se puede caminar con tranquilidad porque corremos el peligro de caer y golpearnos”, denuncia.

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Dulce María Sánchez, también integrante del comité, asegura que junto a Pinos y López han insistido al Cabildo para que atienda el parque. “Ya no sabemos qué hacer ni a quién acudir para que el área sea regenerada de manera integral y termine el calvario de todos los que vivimos en una zona seca y gris”, manifiesta.

A los habitantes de la ciudadela les preocupa la falta de árboles. Dicen que también han insistido a las autoridades municipales en la necesidad de sembrar nuevos arbustos para que el área recobre su verdor.

EXPRESO trasladó estos requerimientos al Municipio de Guayaquil, cuya entidad respondió que hasta el 25 de agosto el equipo técnico de Áreas Verdes estará en el lugar con maquinarias para ejecutar trabajos de poda, desbroce, fumigaciones, limpieza y desalojo del material.

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“Nuestro objetivo es recuperar las áreas verdes de la ciudad y estamos trabajando para acaparar y atender todas las necesidades y emergencias que se presentan en los diferentes sectores de la ciudad”, anota las respuestas enviadas por el Cabildo.

En cuanto a la regeneración del parque, señala que en el presupuesto del 2024 serán incluidos estos trabajos. Pero anota que para elaborar el cronograma de planificación e intervenciones es importante el compromiso ciudadano y activar comités barriales para involucrarlos en el mejoramiento, mantenimiento y cuidado de las áreas.

Además, informa que se realizará un plan anual de arborización y reforestación. “Tenemos programado sembrar 2.500 árboles en diferentes zonas de la urbe, con nutrición forestal, fertilizantes y bioestimulantes. Lo ejecutaremos en época de siembra adecuada”, concluye.