Un total de 269 estudiantes del Instituto Superior Tecnológico Guayaquil (ISTG) obtuvieron su título de tercer nivel en las carreras de: Tecnología en Mercadotecnia con mención en Administración en Ventas; Tecnología Superior en Marketing; Diseño Gráfico con nivel equivalente a Tecnología Superior; Tecnología en Informática con mención en Análisis de Sistemas; y Tecnología Superior en Desarrollo de Software.

Acatando las disposiciones de bioseguridad, las graduaciones se desarrollaron en tres días diferentes, en el auditorio del Centro Múltiple del Instituto, ubicado en la avenida Quito y Padre Solano.

Los nuevos a profesionales prestaron juramento ante la rectora, Alma Zeballos, quien les auguró éxitos en esta nueva etapa de su vida profesional. “Cada uno de ustedes serán los verdaderos voceros para que otros estudiantes apuesten por una educación superior tecnológica”, agregó la autoridad.

En el acto se premiaron a los mejores graduados. Entre ellos, María Fernanda Chuchuca Alcívar, quien obtuvo el puntaje más alto en su proyecto de titulación.

Chuchuca compartió su experiencia al contar que lleva ocho años trabajando en una empresa, donde se desempeña como jefe de proveedores. Comentó que este cargo le dio la oportunidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos en la carrera Tecnología Superior en Marketing; con ello logró incrementar las ventas y mejorar su sueldo.

Para ella no fue fácil estudiar y trabajar, sobre todo en época de pandemia, pero asegura que “logré cambiar el chip, para pensar que la educación tecnológica me ha dado un triunfo en lo laboral y en lo personal”. Su siguiente paso, será estudiar una maestría tecnológica.

Teresa Gálvez González, también recibió un diploma por conseguir un promedio de 10, en su tesis. A sus 35 años, es mamá a tiempo completo. Por ahora no tiene un trabajo estable, pero con los conocimientos adquiridos sobre gestión de Redes Sociales logró generar ingresos mensuales, asesorando a varios emprendedores.

Gálvez sostiene que el mejor premio es haber alcanzado este logro por sí sola, y sobre todo la satisfacción al sentir que sus hijos y su familia la miran con admiración. “Eso no tiene precio”, dice.

La historia de Gisella Espinoza es distinta. En sus planes no estaba estudiar la carrera de Marketing, sino Educación Inicial. Sin embargo, apostó por una carrera tecnológica en el ISTG. Tanto le gusto la carrera, que se inscribía en cursos y ahora se encarga de manejar la marca y la imagen de una compañía familiar.

En medio de aplausos, ella recibió un diploma por haber obtenido un promedio de 9.2 puntaje, el más alto en la modalidad de examen complexivo, dentro del grupo de graduados.