Al transitar por el 6to Pasaje, una de las vías de ingreso hacia la cooperativa Francisco Jácome, los autos disminuyen la velocidad para evitar daños por los baches de grandes dimensiones que afectan a diversos tramos de esta calle.

Los huecos sobre el asfalto de esta pequeña loma, que tiene una extensión de al menos 800 metros, afectan a conductores y vecinos de las manzanas 247 y 249. Además de vehículos livianos, automotores pesados como buses e incluso tráileres que provienen de la calle Eduardo Solá, que conecta varias cooperativas del norte guayaquileño.

Vecinos de la zona comentaron a EXPRESO que los baches y cráteres en esa vía tienen más de un año sin ser atendidos.

Elena Núñez, moradora del sector, indicó que por el mal estado de la calzada, junto a algunos vecinos se unieron para colocar piedras y tierra sobre los huecos. No obstante, dijeron que esos esfuerzos no alcanzan.

“Por aquí pasan tráileres de 20 llantas, buses, el asfalto no resiste. Tenemos años con este problema y nadie nos ayuda”, refirió Núñez, quien es habitante de la manzana 249.

Las líneas de transporte urbano 160 y 116 cruzan a diario por esta calle. Los conductores de esos buses intentan transitar por espacios junto a las aceras para evitar afectaciones. El asfalto está totalmente destruido. Incluso algunos vehículos pesados, en actos peligrosos, suben al filo de la vereda para esquivarlos.

José Hernández, quien es taxista, comentó que ha sido testigo del daño que sufren varios carros tras pasar por los baches de esa vía. El ciudadano dijo que, en el invierno pasado, la situación se volvió crítica debido a las fuertes lluvias.

“Aquí se quedaban atascados los carros, se les ponchaban las llantas, como no podían ver los huecos, caían y golpeaban fuerte el carro, se quedaban botados”, manifestó el ciudadano.

Javier Astudillo vive en la manzana 247. Dijo que ya se “acostumbró” al mal estado de la calle. Aunque su vehículo no ha sufrido daños, pide a las autoridades que atiendan la vía.

Además del daño en la vía, Mariuxi Castro, otra moradora del sector, manifestó que existen luminarias dañadas en varios tramos. Por las noches, sostuvo, el sitio se torna peligroso.

“Si no fuera por el dueño de la tienda (en la manzana 249) que pone un reflector, esto sería más peligroso aún”, expresó. Castro denunció que en algunas ocasiones, sujetos en moto asaltan a transeúntes y conductores.

En un recorrido que realizó este Diario por el sector, se evidenció que motociclistas cometían varias infracciones. Por ejemplo, algunos ocupantes no utilizaban los cascos de seguridad, otros transitaban en el sentido contrario de la vía.

Castro coincidió con Núñez sobre el descuido a este tramo durante más de un año. “Han venido a arreglar pero solo le ponen brea, aquí se necesita un material que dure porque pasan carros pesados”, refirió.

Pero esa no es la única vía con problemas. Al recorrer algunas cuadras de la cooperativa Francisco Jácome, los conductores se topan con calles cerradas por obras inconclusas.

Los vecinos solicitan más control por parte de las autoridades de tránsito a motos, tráileres y tricimotos en el sector.