Los productores agrícolas sienten ya los efectos de la escasez de agua, como consecuencia de la deforestación y de la falta de dragado.

“Ya están viendo las consecuencias, especialmente en la cuenca baja del Guayas. Incluso la situación de los pozos profundos es cada día más complicada”, dice Heitel Lozano, quien es productor de arroz, empresario y dirigente.

El expresidente de la Corporación Nacional de Arroceros (Corpnoarroz) señala a Diario EXPRESO que el “agua se está yendo más al fondo y en muchos casos ya no hay cómo extraerla”.

Por poner un ejemplo, hace 10 años se podía instalar una bomba en un pozo de 25 o 20 metros de profundidad; ahora hay que seguir bajando a 30 y 40 metros, lo cual significa que las vertientes de agua están a mayor profundidad.

Según Lozano, la falta de desazolve de los ríos y esteros está causando muchos problemas. Hay lugares que ya se embancan de arena, y las bombas que captan agua se quedan secas.

“En muchos sectores del río Daule ya tenemos problemas de captación de agua. Incluso en las juntas de riego hay que estar haciendo el desazolve de este material que se va acumulando. A mediano y largo plazo, si no se hacen correcciones, si no se dragan los ríos, vamos a tener serios problemas de captación de agua”, sostiene Lozano.

Desde hace una década, Diario EXPRESO viene haciendo recorridos por las juntas de riego de Higuerón, El Mate, San Jacinto y América Lomas, ubicadas en los cantones Santa Lucía, Daule, Palestina y Colimes; además de en áreas cercanas a Salitre, donde (especialmente durante el verano) se va acumulando arena que forma islotes en ríos como el Daule, el Pula y otros afluentes más pequeños.

De hecho, la Junta de América Lomas, de Daule, entró en emergencia hace unos ocho años, al acumularse una enorme cantidad de material justo en la parte donde se capta el agua. La intervención del Ministerio de Agricultura impidió el colapso del sistema.

Lozano cree que esta situación, así como otras, ponen en riesgo la seguridad alimentaria, pues la cuenca baja del Guayas es donde se produce la mayor cantidad de arroz, y en menor escala otros productos como el banano, hortalizas y frutas.

Aparte, esta situación hace a la vez más caros los costos de producción. La perforación de un metro de pozo está entre 600 y 800 dólares (con todo, incluida la tubería). Y no solo eso, sino que los pozos que se secan “ya no sirven, hay que hacer otros en un sitio distinto y a mayor profundidad”.

Los productores creen necesario que en este plan de recuperación de la cuenca baja del Guayas deben unirse no solo gobierno central y las prefecturas, sino también los gobiernos seccionales y gremios, a fin de crear una conciencia general sobre el problema.