Elsa Chuquimanca no se ha perdido ninguna votación en los 18 años que ha vivido en España, pero hoy se lo pensó. El miedo al Covid estuvo a punto de dejarla en casa, pero la intención de ayudar a que el país “supere la catástrofe económica y social en la que está sumida” la obligó a acudir al proceso. 

No fue la única a la que la esperanza convenció. Freddy Orejuela, quien tiene dos hijas en Ecuador, también vino porque “el país está mal". "Mis dos hijas son abogadas y no tienen trabajo. Con carreras y aún debo mantenerlas”., argumentó. 

Sin embargo, ellos no son la mayoría. Hasta mediodía de los casi 70.000 ecuatorianos habilitados para ejercer el voto, solo 13.000 habían acudido. Esto representa menos de la quinta parte. Esta cifra se vuelve aún más importante debido a que al Pabellón de Cristal de Madrid están citados 3 de cada 10 ecuatorianos residentes en el extranjero y que están habilitados para sufragar. Aún así, el cónsul de Madrid, Daniel Peñaranda, reconoció como una victoria la convocatoria debido a varios factores como que tradicionalmente menos de la mitad de los votantes se presentan durante las jornadas y el covid “sin duda incide también”.

Las medidas de bioseguridad como mascarillas, toma de temperatura y uso de gel fueron una constante durante el día. Al final de la jornada, ninguno de los asistentes presentó algún tipo de síntoma por el que el Consulado deba activar el protocolo de prevención de COVID. A pesar de ello se presentaron quejas de ecuatorianos debido a que en las afueras del recinto se registraron aglomeraciones. Para controlarlo, el cónsul Peñaranda sostiene que contaron con el apoyo de diversas instituciones españolas como Policía Nacional, Guardia Civil así como equipo de seguridad privada del recinto. A ello se suma la participación de más de 150 voluntarios que ayudaron a informar la ubicación de las mesas y a invitar a los votantes a no permanecer más tiempo del necesario en el lugar.

Aquí, a diferencia de Ecuador, los casi 400 miembros de la junta receptora de voto que se distribuyeron en las 134 mesas no contaron con la opción de una prueba PCR previa. De acuerdo con Juan Pablo Espinoza, presidente de una de las mesas, ellos no recibieron invitación alguna a realizarse esta prueba. “Simplemente tratamos de contar con las normas de seguridad y la distancia social” asegura.

El cónsul Daniel Peñaranda lo justifica al asegurar que en el país no lo exigió como un requisito para los miembros de las juntas receptoras del voto. Además, insiste en que la institución se preocupó por mantener todo tipo de medidas preventivas. “Ahora tenemos un pabellón de casi 20.000 metros cuadrados en el que se guarda la distancia” recalca.

Más que fiesta, reencuentro

Más que fiesta, reencuentro

A más de “fiesta cívica”, como las autoridades denominaron a esta jornada, el día de votaciones también es la oportunidad para volver a ver a los compatriotas y disfrutar de la comida tradicional del país. Daniela Miranda vino a sufragar durante la mañana y, quedó en encontrarse con Sonia Ruiz, una vieja amiga. “No la veo hace como dos años y aprovechando que teníamos que venir a votar quedamos para comer juntas las humitas” cuenta esta guayaquileña.