Ciudad Perdida, Punta Arrecha y Parque de la Mafia. Los nombres parecen salidos de ‘famosas’ telenovelas y series que tratan sobre el mundo del narcotráfico. Pero no, son micrositios que reflejan una realidad y donde el tráfico de drogas, el consumo y venta de sustancias sujetas a fiscalización, sumado a las muertes violentas, elevan al Distrito Sur como el más violento de Guayaquil y del país.

Los dos primeros sectores están ubicados en Guasmo 1, uno de los 20 subcircuitos situados en los seis circuitos de ese distrito, reconocido por la policía como el más violento, seguido de: Floresta 2, Unión de Bananeros 1, Centenario 5.

“Son lugarcitos donde existen problemas crónicos sociales”, señala el coronel Ricardo Manitio, jefe del Distrito Sur, quien, junto con 547 policías (entre hombres y mujeres),intenta con diferentes estrategias contener esa ola de violencia que se ha desatado en el ala sur-este del Puerto Principal, que agrupa a cerca del 13 % de la población guayaquileña (400.000 habitantes).

Para ingresar a Punta Arrecha o Ciudad Perdida se debe acceder con más de 40 policías para minimizar la situación, porque la población no colabora y para no ser muy agresivos por los niños, mujeres, embarazadas, señala el oficial, quien reconoce que el distrito que comanda es “el más convulsionado del país”.

Y es que las muertes violentas, por los denominados “ajustes de cuentas” por poder y territorio de traficantes de droga, lo han ubicado con ese calificativo. En lo que va del año, el Distrito Metropolitano de Guayaquil (DMG) registra 412 homicidios intencionales, 23 de los cuales han ocurrido en la última semana. Dos de los hechos se perpetraron la noche del jueves, en la cooperativa Centro Cívico y Floresta, en el Guasmo, donde otras dos personas resultaron heridas en balaceras. En el último sitio, la policía halló una granada, que procedió a explotarla.

Para Manitio, estar a kilómetro y medio del golfo hace a ese distrito más llamativo para los traficantes de droga por su cercanía al Puerto Marítimo, por las embarcaciones que entran y salen con grandes cargamentos, las cuales buscan contaminar con sustancias sujetas a fiscalización, generalmente cocaína. De allí que considera, el trabajo que realizan como policías preventivos debe ser integral con otras instituciones, para un mayor control no solo en la terminal marítima, sino en otras áreas como tránsito, alumbrado público, control de tierras, informalidad, Aduanas, Rentas Internas. Además del cambio de nombres de esos sectores, como ocurrió hace meses con el Parque de la Mafia, que fue llamado como Parque de la Paz.

Hace tres meses, la Policía junto con otras instituciones intervino Punta Arrecha y Batalla de Tarqui por los asentamientos informales que registraban 8 asesinatos.

“En el momento que la policía actúa, detiene, aprovechan los otros microtraficantes para darles duro a la misma organización y ahí este otro grupo quiere posesionarse de ese territorio (...) si de pronto la policía captura a un líder, enseguida vienen a buscar al que está en mando medio para retirarle, pero al mismo tiempo la finalidad es para apoderarse de más territorio, es una guerra social porque la mayor parte muere gente de ellos”, revela el oficial.

Los conocen como ‘almas en pena’, pues cuando alguien cae se sabe o se sospecha quién seguirá en ese destino.

Para minimizar la situación, la policía asignada al sector hace lo que le corresponde “por ley”, que son operativos: 38 en la mañana y otros 38 en la tarde y noche.

Son parte de las estrategias en la que apuntan al control de las motocicletas, que son los vehículos más utilizados para cometer los asesinatos. Particularmente, en las que se movilizan dos personas, para hacer un registro y confirmar o descartar la tenencia de armas de fuego, de las que espera la policía también un control a la entidad que corresponde.

División. El Distrito Sur abarca seis circuitos que son: Centenario, Guasmo, Floresta, Unión de Bananeros, 7 Lagos y Puná, y se divide en 20 subcircuitos.

Grupos tácticos saldrán a las calles

La violenta situación que vive la ciudad de Guayaquil, con el incremento de muertes violentas, especialmente en el sur, dio paso al primer Consejo de Seguridad Provincial, desde donde se tomaron medidas que serán puestas en escena la próxima semana.

La ministra de Gobierno, Alexandra Vela, anunció que se realizará una intervención operativa con grupos tácticos de la Policía Nacional, que iniciará la próxima semana y se mantendrá hasta diciembre de 2021. También se constituirá un grupo de tarea conjunto con la Policía Nacional, Fuerzas Armadas, apoyados por la Fiscalía, para realizar operativos e intervenciones en 257 sectores focalizados en Guayas.

Además, se establecerá un grupo de tarea con Policía y Fuerza Naval para controlar los 14 puntos fluviales críticos en Guayaquil. También se anunció la conformación de un grupo de tarea que incluirá al Servicio Nacional de Aduana, para controlar los puertos y se trabajará de manera conjunta con la Comisión de Tránsito del Ecuador, la Agencia de Tránsito Municipal y el Municipio de Guayaquil, con el fin de tener un mayor control sobre la comercialización de vehículos y motocicletas. Vela anunció también que en Guayaquil se sumarán 250 operativos especializados para enfrentar la situación de crisis de la ciudad.

La general Tanya Varela, comandante de la Policía Nacional, manifestó que han elevado el nivel de intervención ante la violencia criminal que se presenta en Guayaquil, conformando una unidad móvil de intervención con 200 policías a los que se suman 50 motorizados, que serán quienes intervengan en las zonas priorizadas en Guayaquil.