Alarmante. Los problemas de inseguridad no solo se evidencian con los robos, secuestros o extorsiones. Un nuevo modo de delinquir empieza a ganar espacio en Guayaquil: la suplantación de identidad.

Luego del reportaje publicado por EXPRESO el pasado 10 de abril (La suplantación de identidad, un delito que aumenta en silencio), donde varios perjudicados comentaron sobre cómo fueron víctimas de este delito, decenas de personas también han confesado haber tenido esta problemática, que hasta ahora no han podido solucionar.

Según cifras de la Fiscalía, en los tres primeros meses del año, en el Puerto Principal se denunciaron 400 casos de suplantación de identidad con una tendencia a la alta. En enero se reportaron 121, en febrero 137 y en marzo 142, dejando un promedio de más de cuatro denuncias diarias en los primeros 90 días del año.

Y entre enero del 2023 y marzo del 2024 se registraron 2.400 casos, una cifra que llama la atención; sin embargo, los afectados consideran que incluso esa cifra podría ser superior.

“Muchas personas prefieren no denunciar porque saben que es perder el tiempo y prefieren simplemente pagar las deudas”, comentó David Delgado, quien contó a EXPRESO que en una ocasión sufrió suplantación en una empresa de telefonía celular.

Los afectados exigen a las autoridades que ejerzan más control en las casas comerciales que, según denuncian, muchas veces dan créditos hasta con cédulas adulteradas y sin la presencia del titular. “Los vendedores de los locales no revisan nada. Las autoridades deben prestar más atención a eso. Somos muchas víctimas y nada se hace por ayudarnos”, comentó el ciudadano Miguel Castillo.

Este delito está tipificado en el Código Orgánico Integral Penal en el artículo 212 con una pena privativa de libertad de uno a tres años. 

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