
El gusanito y la barca pirata, fuera de juego por operar sin permisos en Guayaquil
Los juegos fueron desmontados tras operativos en el suroeste y el sur. No tenían autorización ni medidas de seguridad
Lo que parecía una oferta de entretenimiento para niños terminó siendo un riesgo para la seguridad ciudadana. Tres parques de diversiones informales que operaban sin ningún tipo de permiso municipal fueron clausurados esta semana en distintos puntos del suroeste y sur de Guayaquil.
Las intervenciones, según informó el Municipio a través de un comunicado, se ejecutaron en calles y avenidas muy transitadas: 44 y la M, 30 y Maracaibo, y la avenida Raúl Clemente Huerta. En esos sitios, personal del Municipio de Guayaquil identificó la instalación irregular de juegos mecánicos —como carruseles, gusanitos, barcas piratas y juegos inflables— que no solo carecían de autorización, sino que también invadían el espacio público.
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La informalidad, un riesgo disfrazado de recreación
Según las autoridades, la clausura se realizó como parte de una serie de acciones preventivas impulsadas por el Cabildo para hacer cumplir la normativa vigente y proteger a la ciudadanía. "Estas estructuras no solo incumplen la ley, también representan un riesgo real, sobre todo para los niños que las usan", señaló un vocero municipal durante el operativo.
Los parques improvisados, además de obstruir calles y aceras, operaban sin ninguna revisión técnica, sin controles de seguridad estructural ni personal calificado. En muchos casos, las atracciones eran armadas sobre superficies inestables, sin señalización ni salidas de emergencia, lo que convertía a cada visita en una posible tragedia.
Las cámaras dieron la alerta
La intervención se realizó tras recibir alertas del sistema de videovigilancia de Segura EP, la empresa pública de seguridad municipal. A través de las cámaras instaladas en la ciudad se detectó movimiento constante de estructuras metálicas y aglomeraciones en zonas no habilitadas para ese tipo de actividad. Con esa información, se coordinó un operativo con personal de control municipal y agentes de la Policía Metropolitana.

Durante la acción, se colocaron sellos de clausura y se procedió a abrir los respectivos expedientes administrativos.
Las sanciones están contempladas en el artículo 52 de la ordenanza municipal: las infracciones leves pueden ser castigadas con cinco remuneraciones básicas unificadas la primera vez, y hasta diez salarios en caso de reincidencia.
Una tendencia que crece en medio de la crisis
La proliferación de parques informales no es nueva en Guayaquil, pero ha aumentado en los últimos años. Muchos optan por instalar atracciones rudimentarias en zonas de alta circulación peatonal para generar ingresos rápidos. Sin embargo, estas prácticas no solo son ilegales, también ponen en juego la vida de decenas de personas, especialmente niños.
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Organizaciones barriales y comerciantes formales han denunciado desde hace años esta situación. Alegan que la falta de controles en ciertos sectores ha permitido que estas estructuras se multipliquen sin restricciones, afectando incluso la economía local, al competir de manera desleal con negocios que sí cumplen con las normativas.

Recuperar el orden en la ciudad
El Municipio ha insistido en que estas intervenciones buscan “recuperar el orden en los espacios públicos” y reforzar una cultura de legalidad. “No es un tema de persecución, sino de protección. Hay normas que existen por una razón: evitar desgracias”, recalcó uno de los técnicos que participó en la clausura.
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Los operativos, según anunció la Alcaldía, continuarán en otras zonas donde se ha reportado la presencia de estructuras similares.
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