Un grupo de investigadores ecuatorianos, en un estudio de biodiversidad    del Bosque Protector Cerro Blanco, uno de los pocos pulmones que le quedan a Guayaquil, descubrieron que los monos aulladores están sufriendo de leucismo, una falta de pigmentación en su piel.

La principal teoría para esta condición genética, a decir de los especialistas, está ligada a la contaminación en la zona por la presencia de las canteras y las calderas.

Los expertos de la Fundación para la Conservación e Investigación JaPu, a cargo de la investigación, iniciaron los estudios en octubre de 2021 para entender este particular hecho. “Normalmente los monos aulladores (Alouatta palliata) son negros, de hecho es común observarlos en las copas de los árboles en la zona. Sin embargo, durante un estudio realizado el año pasado, notamos que tenían una pigmentación blanca en su piel, lo que nos causó curiosidad y empezamos a estudiar, a hacer diferentes tipo de análisis, hasta que constatamos que sufrían de leucismo”, explicó Cristhian Barros a EXPRESO. Él es uno de los principales autores del trabajo, que fue ya publicado en la revista Ecology and Evolution, de Inglaterra.

Un equipo periodístico de este Diario realizó una expedición en el sitio para observar a las especies, junto con un grupo de expertos de la Fundación JaPu.    Luego de cerca de dos horas de caminata por el sendero de Cerro Blanco, se pudo observar a los monos aulladores. “Normalmente cuando son jóvenes tienen un color claro, pero los que observamos son completamente blancos en edades adultas (diferencias en fotografía 1). Justo eso es lo que nos llamó la atención”, señaló Julián Pérez, quien detalló cada una de las situaciones que se observaban en el bosque.

El biólogo Jaime Carreño,    docente de la Universidad de Guayaquil, precisó que el leucismo en los monos afecta de forma considerable su estilo de vida. “Desde el simple hecho de que se encuentren monos aulladores con leucismo, denota que hay un problema porque hasta hace unos años esto no ocurría. Esta enfermedad los afecta porque podrían ser menos resistentes a los rayos ultravioletas. Además sufrirían de rechazo social entre su especie y serán más visibles para los depredadores”, argumentó, añadiendo que estas teorías continúan en investigación porque el descubrimiento de monos con leucismo es reciente, pero explica que estas son las consecuencias vigentes en especies similares.

El experto apuntó, como sus colegas, al daño ambiental como la causa del leucismo. “El planeta está en decadencia y así como el hombre sufre nuevas enfermedades, también los animales. No es coincidencia que esa zona antes era toda verde y ahora esté llena de canteras, y esa coloración pues se ha ido o lo está haciendo. Apunto a que esa sería la principal causa del daño”, indicó Carreño.

Silvia Vela, otra de las investigadoras, aclaró    que esta condición descubierta, nada tiene que ver con los monos albinos, especie que se puede observar a lo largo de la Costa ecuatoriana. “Los monos albinos son completamente blancos y la cara y las manos las tienen rojas. Estos monos que han hecho hábitat aquí mantienen su rostro y sus manos del color natural, lo que llama más la atención”, manifestó.

¿Pero cuál es la razón para que tengan leucismo?

La conjetura que maneja el grupo de investigadores es que la contaminación en esa zona ha hecho que los monos sufran cambios irreversibles. “La    presencia de calderas y canteras      provoca que haya una alta concentración de azufre y metales pesados, lo que ha aumentado la contaminación en el sitio, además de la quema de combustibles fósiles. Esta sería la razón para que la producción de melanina cambie y con ello su pigmentación”, según Pérez.

Vela destacó que el leucismo se ha observado en otros países. “En Sudamérica es la primera vez que ocurre, pero en México y Costa Rica (Centroamérica) ya se vio con la misma especie de    monos, a finales del 2021. La presencia de químicos hace que se alteré genéticamente la fauna. Además de la alimentación de estos animales, que ha cambiado en referencia a otros lugares donde también pueden radicarse, todo esto por la misma contaminación”.

Barros, por otro lado, se refirió también a otros factores. “Según expertos internacionales,    puede darse por la fragmentación. Con la construcción de carreteras, las especies quedan fragmentadas y aisladas. Ahí se produce la endogamia y comienzan a aparearse entre padres,    hijos, hermanos, y se da esta clase de particularidades en la fauna”.

Sin embargo, para saber a ciencia cierta qué está provocando leucismo, deben realizarse diversos análisis, algo que resulta un tanto complejo de concretar. “Se necesitan recursos y apoyo de las autoridades”, dijo desanimado Pérez

Los primeros casos

Hace apenas una semana, un estudio realizado por investigadores de varias instituciones reportó los primeros casos de leucismo en titíes de manto negro (Leontocebus nigricollis graellsi) en la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno, en la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, fronteriza con Colombia.

En el estudio participaron investigadores de la Universidad Yachay Tech, el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), la Fundación Mamíferos y Conservación y Waita Amazon Lodge.

Los investigadores Diego G. Tirira (asociado al Inabio) y Diego Prado-Lita avistaron el primer individuo con esta condición el 21 de noviembre de 2022 en Waita Amazon Lodge, ubicado en medio del curso del río Cuyabeno. Detallaron que el ejemplar fue observado mientras se alimentaba en un árbol junto con otros 12 individuos.