Es la víspera del aniversario de la fundación de Guayaquil y solo 6 de los 37 kilómetros de ciclovía prometidos por el personal de la Alcaldía para este mes toman forma en la avenida Barcelona, con readecuaciones de una obra que había dejado la administración pasada, en el centro de la vía.

Gina Galeano, presidenta de la Mesa de Movilidad y vocera del Cabildo para este tema, explica el retraso. La agenda de la obra se replanteó porque las ciclovías ya no serán temporales, sino permanentes.

Este reordenamiento de lo ya ordenado hará que los 37 kilómetros de la primera etapa se concreten mucho después de lo planeado y que la obra total ascienda a cantidades aún no calculadas por el Cabildo.

“No hay un macropresupuesto. Lo vamos a ir viendo por fases. Mira lo que pasó en esta primera etapa, no teníamos idea de que íbamos a invertir tanto, porque hemos incluido los elementos separadores”.

Ahora mismo, la propia Galeano habla de 600 mil dólares a contratarse solo en señalética horizontal, pintura, colocación de bolardos y separadores que van a segregar la vía. Esto únicamente en los primeros 14 kilómetros, que comprenden seis kilómetros de la avenida Barcelona, unas cuadras de la Ismael Pérez Pazmiño, toda la Diez de Agosto, Chimborazo, Malecón y Junín, para desembocar en la Machala.

Si se compara la inversión de 120 mil dólares que costaría arreglar de una vez por todas la tubería de agua potable de la calle Guayacanes, en Urdesa, esos complementos de la obra civil de más de medio millón de dólares costarán cinco veces más. Eso sin contar que para los kilómetros restantes de la primera etapa, "es posible que la inversión ascienda al millón de dólares", adelanta Galeano.

Ese tramo de 14 kilómetros ameritará una inversión de otros 40 mil dólares en obra civil, que incluyen 24 mil dólares en asfaltado. No se contemplan gastos adicionales en recursos humanos, porque los trabajos los hacen dos cuadrillas de 15 empleados de la Dirección de Obras Públicas.

Este 22 de julio se avanzaba con lo que será la ciclovía del tramo de 1,2 kilómetros de la Junín, esa misma calle en la que Nebot deshizo un errado camino de ciclistas de medio kilómetro y que convirtió en jardineras en 2018, porque de acuerdo con la administración de ese tiempo “en el centro de Guayaquil, por las condiciones de las calles y el clima, no funciona una ciclovía”, como declaró el antes vocero municipal y hoy concejal Jorge Rodríguez.

En la avenida Barcelona, la obra civil está prácticamente terminada. Son seis kilómetros que atraviesan el centro de la vía con arbolado, rampas, bordillos y otros elementos. “Estamos en etapas diferentes. Nebot regeneró la Barcelona, nosotros la adecuamos para la movilidad sostenible”.

Ese tramo, ahora mismo, tiene un problema. Al desembocar cerca del túnel San Eduardo, en el retorno de la Portete, el encuentro de vías pone nerviosos a los ciclistas, que prefieren no arriesgarse y atravesar como peatones hacia la ciclorruta, o mejor seguir por la acera. En el Municipio aseguran que trabajan en soluciones.

Al respecto, Kevin Miño, coordinador de Libre Actividad, uno de los colectivos ciclistas más importantes de la ciudad, resalta la necesidad de pacificar las calles que están alrededor de la ciclorruta. “Debe haber un límite de velocidad mayor al existente. Esa sería una sugerencia a las autoridades”.

Esta semana se llevó a cabo un recorrido en la calle Diez de Agosto. Allí, la obra contempla la eliminación de al menos cuarenta lugares de parqueo para dar paso a las bicicletas, pero, como explica Galeano, “aún estamos verdes”.

¿De dónde sale el dinero?

Para el 2020 no estaba planteada la construcción de la ciclorruta. Se impuso con la pandemia y constituyó una oportunidad para “acelerar los procesos de desarrollo urbanístico de la ciudad”.

Así lo explica Gina Galeano. Sostiene que para hacerse cargo de la obra se inyectaron recursos a la Dirección de Obras Públicas, tras una reforma del presupuesto.

Fue necesario sacar de la agenda actividades como socializaciones, capacitaciones, conciertos, entre otras, que no podrán llevarse a cabo por la presencia del coronavirus.

El proyecto completo contempla cien kilómetros de ciclovía para conectar a todo Guayaquil.