El denominador común de las canciones alusivas a la Navidad es que transmiten mensajes de felicidad, esperanza y fantasía, pero para 12 jóvenes cantantes del cantón Playas hay realidades que no siempre son contadas: la tristeza de los que no tienen un regalo, una familia, o quienes perdieron a un ser querido.

“Y son personas que tienen mucha necesidad y falta de cariño”, comenta Lenin Suárez de 34 años, con 15 en la música, y una de las voces que interpretan el tema ‘Una Justa Navidad’, donde están plasmados esos pensamientos musicalizados en un reguetón que se lo puede visualizar en YouTube.

La creación es de Willian Wuaman Ulloa, quien recuerda que la letra está basada en aquellas Navidades donde observó a personas durmiendo en la calle, pidiendo limosnas, o quienes entregaban regalos presumiendo abundancia.

“Una Justa Navidad les está diciendo que no solo sea una tradición, sino una fecha que sea de paz, amor y solidaridad, como es el verdadero significado de esta celebración, además, que ningún niño esté llorando porque le falta algo”, precisa el compositor.

Aunque el tema vio la luz en 2005, el panorama no ha cambiado con el paso de los años, dice Wuaman al recordar que, por falta de recursos económicos, el proyecto se cristalizó en un audiovisual recién en 2016. Subraya que este año el tema ha tomado mayor fuerza en su difusión, pues la gente, “ha hecho suyo ese mensaje porque se ha refugiado más en Dios debido a la crisis de la pandemia de la COVID-19”.

Lilian Mite, vocalista de orquestas de la localidad e hija de músicos, es otra de las voces, quien cuenta que colaborar en este video fue una experiencia diferente porque contiene un mensaje muy humano que debe penetrar en el corazón y conciencia de la comunidad.

“Esperamos que se acentúe la solidaridad y despertar el sentimiento de caridad cantándoles esta inspiración basada en hechos reales, con un poco de dolor con la esperanza de un cambio y de vivir de una forma diferente la Navidad, que no es vanidad sino amor, perdón, humildad y compartir”, puntualiza la artista.

Los cantantes que participan en el audiovisual son intérpretes de diferentes géneros musicales quienes alternan su actividad musical con el trabajo. Grabar la producción del video te tomó dos meses; los arreglos musicales fueron de Iván Uretra, otro talento local, y se lo realizó en un pequeño estudio de grabación de Suárez, quien se gana la vida vendiendo dulces en la calle.

El comerciante Ramiro Rivera comenta que la canción lo transporta a aquellos días donde atravesó necesidades, cuando era un niño y no contaba con un juguete. “Esa canción nos cuenta la realidad que se palpa en estas fechas. Es triste. Por eso voy a repartir 3.000 juguetes a los niños más necesitados de Playas, para que tengan alegría en estos días de pandemia”, añade.

Sin embargo, afirma que se necesita más apoyo para estas iniciativas sobre todo cuando los jóvenes son los protagonistas. “Estaré dispuesto en darle mi apoyo, pues el mundo y más aún en estos días, necesita de conocer estos mensajes”, expresa Rivera quien también brindó ayer un agasajo a los adultos de la localidad.

• Un trabajo que el virus no lo detiene

Cada 24 de diciembre, Ramiro Rivera, habitante del cantón Playas, reparte juguetes a los niños; y ayer no se detuvo pese a la pandemia de la COVID-19. Son 15 años que lleva realizando esta actividad que surgió cuando observó a un niño llorar por no poder tener un juguete.

“Busqué al pequeño y lo encontré en su casa de caña de un barrio muy pobre jugando con una lata de sardina como carro. Desde entonces me hice la promesa de llevar un poco de alegría a los niños y también a sus padres”, recuerda Rivera, mientras recorría ayer las casas más pobres entregando juguetes a los pequeños. Asimismo, realizó un agasajo y concursos donde participaron los adultos.