¿Podrá el Municipio de Quito cumplir con el Atahualpa?

La ‘joya de la corona’ está otra vez en disputa. El estadio Olímpico Atahualpa sigue su deterioro sin la certeza de que se vaya a generar la transformación anhelada para el escenario que fue la casa de la Tricolor. 

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Mientras se ha levantado parcialmente la clausura del escenario, la atención se instala en la reunión que, este lunes 16 de junio, tendrán el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, y el Ministro del Deporte, José David Jiménez, quien a pedido de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP), intervino esta institución en una acción desesperada por no perder su fuente más importante de recursos económicos.

Para el Municipio no hay vuelta atrás y todo se ha movido con rapidez. El anuncio de la reversión de la donación se hizo el lunes 9 de junio y se concretó el miércoles 11 en una sesión extraordinaria del Consejo Metropolitano que, por votación, aprobó la resolución, a pesar de que cuatro concejales se opusieron presentando argumentos de orden jurídico.

Por allí giran las principales dudas actualmente, pues la escritura de donación data de 1966 y trasladada a la época actual presenta muchas inconsistencias. “Esta donación, también contiene dentro de las cláusulas una permuta, que es entregar a cambio otro bien, en este caso el estadio El Arbolito. Entonces eso debería devolverse, pero hoy en día es un espacio público”, explica a EXPRESO la jurista Sofía Vivero. 

“¿Cómo se hace ahora para que ese terreno del parque El Arbolito vuelva a tener esa titularidad privada para la CDP, se cierra el parque o cómo? Es algo absurdo”, señala Viveros para ejemplificar el dilema legal que puede surgir.

Esa misma duda planteó el concejal Andrés Campaña, quien además le cuestionó al alcalde Muñoz el no contar con una planificación respecto al estadio que incluya detalles de la obra, presupuesto y origen de estos recursos. “Lastimosamente esta idea ha sido muchas veces manoseada, muchos políticos han ofrecido remodelar el estadio Olímpico Atahualpa sin que a día de hoy tengamos resultados certeros”, argumentó.

Ofertas sin concretarse

Ya no hay confianza frente a estos ofrecimientos, pues previamente se cuentan al menos tres que decepcionaron: el de José Francisco Cevallos en 2014 desde el Ministerio del Deporte; el de Jorge Yunda desde la misma alcaldía en 2020; y el más reciente, desde la CDP en 2022, cuando Jaime Ruiz lo anunció y dio pasos hasta llegar a un concurso para elegir al grupo inversor.

Pero cuando el dirigente se prestaba a finiquitar el acuerdo con la empresa colombiana GECAR, la interna de la dirigencia deportiva de la institución lo acusó de falta de transparencia y bloqueó su decisión. Ante eso, el empresario prefirió renunciar, habiendo logrado un único objetivo en torno al Atahualpa: la consecución del título de propiedad.

“En 2019 se conformó un comité proestadio, la CDP no tenía las escrituras totales regularizadas, tenía problemas con el inmueble. Nos costó mucho tiempo regular y en el 2022 conseguimos la escritura, que determina la propiedad completa del estadio”, cuenta Ruiz.

Agrega que “estuvimos a punto de adjudicar este concurso, que era una alianza entre privados a través de un fideicomiso” y apunta contra los delegados del Ministerio del Deporte de entonces.

“Se cayó el proyecto por la actitud irresponsable y malintencionada de los delegados, sobre todo del señor que hoy es administrador general de la CDP (Rodrigo Borja) y que en esa época representaba al exministro Sebastián Palacios”.

Tal como señala Ruiz, Borja pasó de ser delegado del Ministerio en el directorio de la CDP a administrador en el siguiente periodo, cuando asumió la presidencia Miguel Ángel Pavón.

En los primeros meses de Pavón al frente, apareció nuevamente la empresa inversora GECAR, pero esta vez de la mano del Ministerio del Deporte e incluso con una delegada directa del Presidente de la República que impulsaba el proyecto.

Fue en mayo de 2024 y otra vez estuvo a punto de firmarse la fase inicial para remodelar el Atahualpa. Pero tal y como le sucedió a Ruiz, a Pavón lo acusaron de no socializar el acuerdo que firmaría y tuvo que dar marcha atrás.

Esto le llegó a generar conflictos con el Ministerio, llevando al dirigente a pedir ayuda ante la Asamblea Nacional, el 6 de junio de 2024, a propósito de una invitación por el centenario de la CDP.

“Aprovecho para informarles y pedirles su apoyo, ya que en el año del centenario, el Ministerio del Deporte nos quiere intervenir ilegalmente para quitarnos un bien que es patrimonio de la Concentración, el estadio Olímpico Atahualpa”, dijo ante el pleno.

A un año de eso, Pavón acabó negociando su salida y la de todo su directorio con el propio Ministerio, que intervino a la CDP el pasado miércoles para, según explicaron en una rueda de prensa, ayudar a que la organización no pierda el estadio a manos del Municipio de Quito.

Un manejo político

Para el arquitecto urbanista Fernando Carrión esta nueva disputa por el Atahualpa se enmarca en un patrón local en la toma de decisiones por la línea del conflicto. Además, ve una necesidad política de parte de la alcaldía. “El problema que tiene este rato el alcalde es que la revocatoria del mandato está caminando, y la única posibilidad de confrontar eso es saliendo al debate político con una cosa que tiene gran aceptación como es el deporte, entonces aparecería como Mesías”, analiza.

Se imagina un panorama complejo si, tras la intervención del Ministerio del Deporte, el caso llega a la justicia lo que alargaría la disputa. Carrión profundiza: “¿Si es que sale ganando el Municipio, de dónde van a obtener los recursos para impulsar esto y cuánto tiempo se va a demorar? ¿Y mientras no se tome una decisión definitiva qué va a pasar, dónde van a entrenar los deportistas, qué va a pasar con el estadio? Se va a convertir en un basurero mucho más grande del que ya está este rato”.

Vuelven entrenamientos, pero no el fútbol

El viernes 13 de junio, el Municipio inició sus gestiones en el Atahualpa con un levantamiento de información por parte de la dirección de parques de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, con un mapeo de exteriores, pues el escenario se mantenía clausurado en el inicio de la jornada.

Más tarde, la Agencia Metropolitana de Control (AMC) realizó una nueva inspección con el afán de quitar los sellos de clausura, pero pudo hacerlo solo en la pista de patinaje ubicada en la parte alta del predio. Según informó el Municipio, la AMC no pudo entrar al estadio debido a que los guardias de seguridad les indicaron que no tenían autorización para permitir su ingreso.

Mientras tanto, los deportistas de patinaje pudieron retomar sus entrenamientos ayer tras una semana en pausa, pues no cuentan con otro espacio similar. Además, el Municipio informó haber coordinado con la Asociación de Esgrima de Pichincha, que ante la clausura realizó una práctica en los exteriores del estadio como protesta, el uso del coliseo del colegio Benalcázar para sus trabajos.

Sin embargo, el sábado 14 de junio, el Ministerio del Deporte publicó un video en donde daba a conocer su intervención adecuando su coliseo en la capital también para el esgrima oro y grana. En su caso, se trata de una acción coordinada con la CDP. 

Para el fútbol, el panorama es distinto, pues todavía reina la incertidumbre respecto a la apertura del estadio y la administración de las programaciones. En la reunión del consejo municipal, se estableció que en 30 días debía presentarse un modelo de gestión para el Atahualpa, aunque en medio existen eventos que ya están comprometidos, como el concierto de Chayanne, el 10 de julio.

Desde la LigaPro, Diego Castro confirmó a este medio que no conocen ningún lineamiento para el mediano plazo y que ven con preocupación los movimientos de equipos que históricamente han hecho su localía en el Atahualpa, como El Nacional y Universidad Católica, y también por Vinotinto.

Este último ya cambió su partido de la fecha 16 ante Liga de Quito al estadio Gonzalo Pozo, mientras que los puros criollos también anunciaron que el duelo ante el Trencito, por la jornada 17, se lo cumplirá en el estadio Banco Guayaquil.

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