La Conmebol ha visto con buenos ojos al país para la organización de eventos en esta temporada. El primero que se acogerá es la Copa Libertadores femenina, que tiene a Quito como su sede y que contará con la participación de 16 equipos.

Fred Larreátegui, presidente del Comité Organizador Local (COL), detalló que está todo listo para que el balón ruede. “Llevamos dos meses trabajando en la organización del torneo. Estamos gustosos de recibir a los 16 equipos participantes para esta gran fiesta deportiva”, comentó.

Detalló que son cerca de dos millones de dólares los que Conmebol entregó para esta competencia y que están destinados para el alojamiento de los equipos, árbitras y delegados del ente sudamericano, transporte, lavandería, hidratación, generadores eléctricos, entre otros aspectos más.

También para el alquiler de los estadios Rodrigo Paz, de Liga de Quito; Gonzalo Pozo, de Aucas; y Banco Guayaquil, de Independiente del Valle. Estos fueron seleccionados, ya que cumplen parámetros en el tema de capacidad, iluminación, zonas mixtas, de parqueo, anillo de seguridad. Para los entrenamientos, el Comité Organizador Local contó con el apoyo de los clubes capitalinos que cedieron sus instalaciones.

“Los requerimientos del cuaderno de cargos de Conmebol son más exigentes de los que se tuvo en 2019. Es por el crecimiento que ha tenido el torneo”, señaló Larreátegui.

Sobre el valor de las entradas, el directivo indicó que se establecieron precios accesibles para que se acuda en familia a los estadios. Para la fase de grupos serán de $ 3 general y $ 7 tribuna y palco, los que aumentan a $ 5 y $ 10 desde los cuartos de final.

Las delegaciones ya se encuentran entrenando en el país de cara al inicio del torneo previsto para el jueves 13 de octubre y en el que las brasileñas de Corinthians defenderán la corona. Entre las futbolistas destaca la presencia de la colombiana Catalina Usme, goleadora histórica del torneo con 29 tantos, ahora en las filas del América de Cali.

Por segunda ocasión en la historia del torneo participarán dos equipos ecuatorianos. Ñañas e Independiente del Valle esperan con ansias su debut en la competencia internacional.

El cuadro rosa llega con el impulso de haber alcanzado su primera estrella local y quiere dar muestras de su crecimiento. Será su segunda experiencia en la Libertadores, tras su debut en 2019, cuando Quito también fue la sede y a la que llegaron como vicecampeonas.

El equipo dirigido por Francisco Ramírez forma parte de uno de los grupos más fuertes con rivales como las brasileñas de Ferroviaria, doble campeonas del torneo, y de Boca Juniors, vigente monarca argentino. Completa la serie Defensor Sporting de Uruguay.

“En la Copa Libertadores todo puede pasar. Quiero llegar lo más lejos posible. El principal objetivo pasar la primera fase, después es una invitación a soñar”, afirmó la arquera Andrea Vera, palpitando el duelo del jueves 13 ante Ferroviaria.

Dragonas, que debutarán el viernes 14 ante U de Chile, y después medirán a Palmeiras y Libertad Limpeño de Paraguay, cuentan con futbolistas que ya han participado en la Copa. Es el caso de la arquera Andrea Morán, la volantes Erika Gracia, y la delantera Carina Caicedo.

“Queremos hacer un buen papel en la Copa Libertadores. Soñamos en grande, queremos llegar a la final”, comentó la golera Morán.