Una convicción inquebrantable guía al piloto ecuatoriano Sebastián Guayasamín, quien se encuentra preparando su décima participación en el mítico Rally Dakar, que se cumplirá en enero del próximo año.

El corredor quiteño, de 43 años, tiene como objetivo fijo “ganar el Dakar”, meta para la que ha diseñado un plan que inició casi inmediatamente luego de terminar la edición del Dakar de este año en el que finalizó en la octava posición en la categoría SSV.

Dentro de la preparación para la nueva carrera consta competir en el Campeonato Chileno de Rally Raid en la categoría UTV T3 en el, más allá de obtener un buen resultado, lo eligió por las similitudes que tiene con la icónica prueba que se disputa a inicios de año.

“El rally chileno propone unas carreras bastante complicadas en el que los terrenos son muy parecidos a los de Arabia Saudita; el nivel de competidores es uno de los mejores de Sudamérica, tanto en pilotos como en máquinas”, comentó Guayasamín.

De acuerdo con los registros, Chile tiene dos ganadores del Dakar en sus respectivas categorías: Francisco López (Side by Side) e Ignacio Casale (quads), quienes a criterio de Guayasamín tiene ventaja por practicar y correr en los terrenos del desierto de Atacama.

“Chile tiene el escenario y el ambiente muy parecidos al Dakar, de ahí la importancia de prepararnos en ese lugar. Yo lo que quiero es ganar el Dakar y creo que podemos hacer un buen papel por allá”, precisó.

A finales de junio, Guayasamín, junto al copiloto ecuatoriano Gabriel Recalde, ya participó en la segunda jornada del rally chileno en el que se ubica en la séptima casilla de la clasificación general.

Sebastián registra nueve ediciones del rally internacional con copilotos extranjeros, por lo que su objetivo siempre ha sido correr con otro ecuatoriano, y ahora todo apunta a que lo hará. Esa es una de las razones por la que en suelo araucano trabaja con Recalde. “Tenemos un nuevo navegante, con él estamos entrenando. Mi intención es correr con una tripulación ecuatoriana y por primera vez terminar un Dakar solo con tricolores”, mencionó.

Antes, Guayasamín no pudo correr con un compatriota porque este no tuvo el tiempo para entrenar a algún tricolor, pero ahora lo hace con Recalde. “Vamos a evaluar en septiembre u octubre para ver si efectivamente el copiloto que estamos preparando nos pueda acompañar al Dakar, pero ese es el plan que tenemos”, argumentó.

En la competencia, que se corre desde 2020 en Arabia Saudita, se requiere de un navegante que cumpla funciones completamente distintas a las del copiloto, porque debe tener un excelente sentido de orientación, manejar la brújula, las coordenadas, la nomenclatura que está en francés, la hoja de ruta, el odómetro y algo que es esencial: ser mecánico.

“El navegante, más que un copiloto, tiene que saber por dónde va a llevar el ‘barco’ (vehículo) por el sentido de la brújula y tener la capacidad como buen ‘marino’ de arreglar el barco en medio del océano”, añadió el piloto nacional.

En enero de 2024, Guayasamín cumplirá su décima edición; la primera fue en 2014 y seguida en 2015. Solo se ausentó en 2016 por el nacimiento de una de sus hijas, luego lo ha hecho de forma ininterrumpida desde 2017 hasta 2023.

“Son 10 años en los que las Navidades o fines de año casi no los pasé con mi familia; de los últimos 31 de diciembre creo que he pasado uno en Ecuador, por eso digo que el principal sacrificado en este tiempo ha sido mi familia”, acotó el tricolor que además ya tiene el récord de ser el ecuatoriano en correr por 10 años la competencia.

Actualmente el quiteño se recupera de una operación en el hombro, producto de una lesión sufrida durante la edición 2023. “Tenemos tres semanas más o menos de recuperación, que es el tiempo que tengo de aquí a la siguiente carrera entonces tomamos la decisión de operarnos”, mencionó.

La próxima fecha del campeonato chileno será el Atacama Rally a fines de este mes, para el cual Guayasamín espera estar completamente recuperado y seguir con el objetivo de llegar de la mejor manera a su décimo Dakar, y por supuesto ganarlo.