Eran los años 80 y Jhonny Constante sufría una lesión en su columna. En ese tiempo jugaba en la primera categoría de béisbol en Emelec. Lo que él pensaba que sería su fin en el deporte fue una bendición, porque con eso llegó a practicar levantamiento de potencia y fue siete veces campeón mundial.

En la actualidad, su vida presenta un giro radical, pues ahora su ‘gimnasio’ es la iglesia Misionera Azriel, donde es el pastor principal.

La vida de Jhonny Constante, actualmente de 62 años, padre de cuatro hijos y siete nietos, ha tenido muchos tramos, desde la fama de ser campeón mundial hasta salir en la televisión en una publicidad por su parecido al arquero paraguayo José Luis Chilavert.

Cuando era beisbolista en un Clásico ante Barcelona, Constante se cayó, y el dolor de la espalda lo paralizó. En vez de ir a realizar el trabajo en una clínica lo mandaron al gimnasio de Eduardo Sánchez, un campeón nacional e internacional en levantamiento de pesas.

A los tres meses de estar trabajando en el lugar, en 1986, lo invitaron a participar en un torneo provincial y quedó segundo, clasificando a un evento nacional, donde fue campeón. Desde ese momento dejó el béisbol y se dedicó por entero al levantamiento de pesas.

El tiempo pasó y logró siete títulos mundiales en diversas asociaciones en Estados Unidos.

Constante recuerda que en 1998 se coronó campeón mundial en Atlanta, un año después que Jefferson Pérez ganara en esa ciudad la medalla de oro de los Juegos Olímpicos.

Hoy, las medallas que trata de conseguir son las “almas que busca para Cristo”. El pastor tiene voz fuerte y se mueve en el púlpito de un lugar a otro; atrás quedó la ‘fama’ que le dio el deporte.

Ahora aconseja a los chicos que quieran practicar este deporte, les dice que deben de tomarlo con responsabilidad, y se siente orgulloso de ver cómo levantadoras de pesas de la talla de Neisi Dajomes le dieron a Ecuador una medalla de oro en Juegos Olímpicos.

“La fama y el dinero es pasajero, por eso le digo a la juventud que es bueno hacer deporte, pero que no se alejen de Dios”, dice el pastor Constante.