Póngale voz de narrador de fútbol. En defensa Iván Hurtado con Augusto Poroso, en la media un volante de contención como Kléber Fajardo y un creativo, Vidal Pachito. En los hombres Dannes Coronel. Lamentablemente que está vez no fue el festejo de un gol, era el adiós del Patucho como le decían cariñosamente en las calles de su Naranjal.

Es como si fuera una alineación base del Emelec de los 90, solo que está vez no era el Capwell, estaban caminando al cementerio. El fútbol hace que sean amigos hasta en el adiós. Y eso lo hemos visto en los últimos días.

Los otroras compañeros del Bombillo que daban en el último adiós al exjugador trataban de contener sus lágrimas, a ratos era imposible, pero era la mejor manera de darle apoyo a Mónica Pantaleón de Coronel y sus hijas, para ellas el jefe de la casa se había ido para siempre, ahora los acompaña desde el cielo.

Caminaron por las calles de Naranjal, con quien fue su amigo y escribieron la historia del Emelec. Así fue el adiós de Dannes en su querida ciudad. Las palabras de Iván en el cementerio hicieron que la piel se erice, muchos se trasladaron en el tiempo a los años 90.

Al final, los cuatro jugadores, se quedaron toda la tarde del jueves 9 de julio del 2020 en Naranjal compartiendo lo que Coronel era con ellos. Anécdotas y recuerdos. El regreso de ellos a Guayaquil fue triste, el adiós de Coronel les había dado en el alma.

Le hablaron a EXPRESO con la voz entrecortada. "Dannes era más que un compañero, más que un amigo, lo vamos a extrañar, había que estar con el hasta el final", expresó Kléber Fajardo.

Mientras que Vidal Pachito recordó lo buena persona que era el Patucho. "A Coronel lo conozco desde las juveniles, siempre me hablaba de su Naranjal, y la vida lo trajo de nuevo a su tierra. Nos queda de legado las ganas de salir adelante, lo buen jugador y persona".