El estado de emergencia en el país debido al COVID-19 influyó para que varios deportistas aficionados no salgan a realizar actividad en el parque Samanes. Y así se evidenció en las canchas de fútbol, voleibol, básquetbol y tenis, que lucieron vacías. En el parque de la Kennedy no había personas realizando deporte.

El guayaquileño Ronald Cisneros y sus amigos del barrio Guasmo Norte, en el sur porteño, se organizaron para ir a jugar fútbol en el parque Samanes como acostumbran todos los fines de semana, pese a que el Gobierno Nacional prohibió los actos masivos de más de 30 personas. Ellos querían tener actividad a toda costa.

“Por lo general nosotros jugamos una vez a la semana acá (parque Samanes), así que hoy (ayer) teníamos que venir sí o sí. Nosotros estamos acostumbrados a realizar deporte. Sabíamos de las restricciones que dio el Gobierno, pero mientras cada uno tome sus precauciones todo está perfecto”, recalcó en tono despreocupado Cisneros, quien terminaba de jugar un encuentro de fútbol.

Aseguró que algunos de sus amigos se arrepintieron a último momento y prefirieron quedarse descansando en sus domicilios. Normalmente van en grupo cerca de 25 jugadores, porque les gusta armar cuatro equipos de seis integrantes, pero en esta ocasión solo fueron 16 personas.

“Todo depende del cuidado que tenga cada uno. Varios de los chicos no quisieron venir porque tienen miedo a contagiarse. Igual uno se lava las manos a cada momento y no nos tocamos la cara entre nosotros”, manifestó Geancarlos Suárez sobre las medidas de prevención que han tomado.

Además, enfatizó que aprovecharon la poca afluencia de personas en el parque Samanes para jugar fútbol por más de dos horas. “Esto es lleno en las mañanas, pero ahora está medio vacío. Ya hemos jugado por más de dos horas cuando solo se puede una”, dijo Jair Ánderson, quien se había sentado para descansar

César Buri, quien practica tenis en el parque Samanes todos los fines de semana, durante dos horas ya había jugado más de tres partidos debido a la poca presencia de deportistas. La raqueta no se la daba a nadie para evitar un posible contagio de coronavirus.

“Somos un grupo de 15 personas que jugamos siempre, pero esta vez estamos la mitad, solo ocho vinimos. Posiblemente es por el tema del coronavirus, pero nosotros igual tomamos nuestras precauciones. Nos lavamos las manos a cada rato”, contó Buri.