El Clásico del Astillero, que se disputará la tarde de este domingo 12 de noviembre (18:00) en el estadio George Capwell de Guayaquil, está marcado por dos realidades distintas.

Aunque la historia de ambas escuadras es rica en logros y hazañas, la actualidad dicta que Emelec necesita vencer para aferrarse al último cupo de la Copa Sudamericana 2024. En la otra vereda está Barcelona, que también busca el triunfo, pero para tratar de mantenerse en la pelea por ganar la segunda etapa de la LigaPro y llegar a una hipotética final ante Independiente del Valle, ganador de la primera fase.

Los canarios no la tienen fácil, pues Liga de Quito está dos puntos arriba de ellos, por lo que un desliz en este cotejo puede ser catastrófico para sus aspiraciones.

Ante del duelo inmortal, como los hinchas llaman al partido entre los dos equipos más populares de Guayaquil, el ambiente de la tienda eléctrica no ha sido el más favorable, debido a que no lograron superar los inconvenientes con Miller Bolaños y Bryan Angulo.

El primero quedó descartado por un acto de indisciplina que habría cometido el pasado 26 de octubre y del cual la directiva hasta el día de hoy no emite comentarios. Por su parte, Angulo tampoco entró en la nómina del Clásico, porque la semana anterior se ausentó de los entrenamientos, aparentemente por un impase con la dirigencia.

A estas dos bajas se sumará otra más reciente, la de Bryan Carabalí, quien sufrió un accidente de tránsito la noche del viernes mientras se dirigía a la concentración azul.

Por el lado de Barcelona, la única duda es la del volante brasileño Leonai Souza, quien no ha jugado los últimos tres partidos, por lesión.

Independientemente de quién salga vencedor, Barcelona y Emelec son dos equipos que despiertan pasión y gloria. A lo largo del tiempo se han encargado de labrar esa estirpe. Aquí una muestra de aquello.

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