El dominio de Mercedes esta temporada no tiene límite y en Imola (Italia) no fue diferente, al menos este sábado 31 de octubre en la calificación para el Gran Premio de Emilia Romaña, Valteri Bottas y Lewis Hamilton, sus dos pilotos insignes fueron los mejores y saldrán primero y segundo, respectivamente este domingo que supondrá, salvo hecatombe de las flechas de plata, su séptimo mundial de constructores consecutivo, algo que ningún otro equipo ha podido lograr.

La escudería alemana, que está lejos todavía del palmarés de Ferrari (dieciséis campeonatos) cuenta con una renta de 209 puntos respecto a Red Bull y le basta que uno de sus pilotos acabe entre los cuatro primeros (12 puntos), así que solo un desastre en la carrera de Imola, a cien kilómetros del centro neurálgico de la marca del cavallino rampante, les impedirá celebrarlo este domingo.

El coronavirus y los cambios en el Mundial posibilitaron a la Fórmula 1 recuperar un circuito clásico, hecho a la vieja usanza, en donde la categoría reina no competía desde 2006. Para complicarlo un poco más, el programa de la competición se redujo. Fueron eliminadas las dos prácticas del viernes y solo hubo una sesión libre hora y media antes de la calificación.

Esa modificación respecto a lo habitual no alteró la normalidad esta temporada. El finlandés Valttei Bottas fue mejor que su compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton, en las tres sesiones de la calificación y se llevó la pole por una décima.

Segundo en la clasificación de pilotos, Bottas cerró su participación con una gran vuelta, apurando su Mercedes en las primeras y las últimas curvas del circuito para acabar por delante de su compañero de equipo, que le aventaja en 77 puntos en la general y que no acabó contento con su último giro en la Q3.

Detrás de ellos, el Red Bull del neerlandés Max Verstappen, que tuvo contratiempos inesperados en la Q2, en la que también corrió peligro su compañero, el tailandés Alex Albon. Por esos problemas en el camino, la escudería con sede en la localidad inglesa de Milton Keynes celebró el pase de sus dos pilotos a la Q3 como una victoria.