Con un golpe franco en el añadido aprovechado por el polaco Arkadiusz Milik, el Juventus palió la falta de acierto que había tenido durante casi toda su visita al estadio Giovanni Zini donde ganó al Cremonese (0-1), con muchas más dificultades de las previstas antes del encuentro.

Un alivio para el conjunto de Massimiliano Allegri ante el único adversario de la Serie A que aún no ha ganado. En los dieciséis encuentros que ha disputado, el cuadro de Cremona solo ha logrado siete empates. El resto, nueve, los ha perdido.

Milik alargó la escalada del conjunto turinés. Propició la séptima victoria seguida de su equipo incapaz de plasmar con algún gol su dominio. Arriesgó tanto al final que pudo llevarse un disgusto porque el Cremonese tuvo sus ocasiones en el tramo final, incluso un disparo al palo ejecutado por el nigeriano Cyriel Dessers. Fue la oportunidad más clara del choque.

Matias Soule fue la principal baza ofensiva del Juventus. En tres minutos, en el 20 y el 23, tuvo dos claras ocasiones, desbaratadas por Marco Carnesecchi ambas.