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Avance. Una persona observa el movimiento de las criptodivisas.Cortesía: Pexels

Juna, la revolución silenciosa de una criptomoneda ecológica

En 2017 contaba con 59 personas, hoy suman hasta 10.000

Funciona a nivel urbano y local en una veintena de países, es ecológica, justa socialmente, solidaria y eficaz, elimina la deuda y con ella se puede desde comprar una lechuga hasta pagar un curso de formación o unas vacaciones: es la G1 o juna, la criptomoneda libre protagonista de un movimiento lento y silencioso que aspira a revolucionar la sociedad.

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La moneda libre se conforma a partir de la Teoría Relativa de la Moneda planteada por el francés Stéphane Laborde en 2010 sobre la base de cuatro libertades económicas -elección del sistema monetario; uso de los recursos; estimación y producción de cualquier valor económico; intercambiar, contabilizar y mostrar sus precios dentro de la moneda- y a desarrollar como moneda digital con tecnología ‘blockchain’.

Laborde “descubrió que la única invariable que existe en la economía es el ser humano: todo el resto de necesidades, deseos, etcétera, es subjetivo”,explica Iván García, usuario experimentado, que considera esta como la solución para los problemas económicos, pero también ecológicos de un planeta exhausto ante las exigencias consumistas.

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El fallo ocurrió durante la tarde de este miércoles 19 de julio.

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La moneda tradicional ‘fiat’ como el euro, el dólar o el yen “está controlada por unos pocos banqueros, que al final deciden el rumbo acelerado y en sentido contrario a la ecología en este mundo”, precisó, cuando lo que “hace falta es cambiar la forma de consumir” pues “vivimos en un planeta finito pero todo el mundo puede tener un plato de comida, hay agua para todos, los recursos sí dan para ello..., siempre que cambiemos de mentalidad y contemos con una moneda equitativa y justa” que constituya un medio de pago, no un fin en sí misma.

El sistema funciona a través de lo que se llama Red de Confianza, que contaba con 59 personas en 2017 y en la actualidad ha crecido hasta unas 10.000: cada una crea moneda a diario, el llamado Dividendo Universal, de acuerdo con unas reglas y la usa para comprar y vender desde servicios de internet hasta comida ecológica o reparaciones de cualquier tipo.