Desde el lanzamiento de las gafas de realidad virtual y de realidad aumentada, el mundo ha estado cautivado por la idea de sumergirse en experiencias digitales totalmente inmersivas. Sin embargo, la historia nos ha enseñado que no todos los proyectos han tenido éxito en este ámbito, y es importante examinar por qué.

En primer lugar, recordemos las icónicas Google Glass, esas gafas futuristas que prometían llevar la realidad aumentada a nuestras vidas cotidianas. Aunque inicialmente generaron una gran expectación y fueron consideradas un avance tecnológico revolucionario, su aceptación no fue la esperada. 

¿Por qué? Algunos críticos señalaron que el diseño no era lo suficientemente atractivo y que, en lugar de ser una herramienta útil, parecían más un accesorio de moda futurista.

Además, surgieron preocupaciones sobre la privacidad, ya que las Google Glass podían grabar sin que las personas a su alrededor lo supieran. Esto generó tensiones en lugares públicos, como bares y casinos, donde se llegó a prohibir su uso. Parece que el mundo no estaba listo para unas gafas que podían convertirnos en una suerte de espías tecnológicos.

Otro intento que capturó la imaginación de muchos fueron las gafas de realidad virtual que utilizaban los smartphones como pantalla. Estas gafas, que prometían una experiencia inmersiva a un precio asequible, se convirtieron en un regalo popular durante las fiestas navideñas. Sin embargo, su auge fue de corta duración. Los usuarios pronto descubrieron que la funcionalidad era limitada y la experiencia no se comparaba con las expectativas generadas.

Además, hubo otros intentos más sofisticados, como el PlayStation VR, el kit Nintendo Labo VR y las Samsung Gear VR. Estos dispositivos ofrecían una mayor calidad de imagen y una mayor inmersión, pero también tenían sus limitaciones. El precio y el requerimiento de un amplio espacio físico para disfrutar plenamente de estas gafas fueron obstáculos importantes para su adopción masiva.

Entonces, ¿qué podemos aprender de estos fracasos? Parece que el diseño atractivo y funcional, la preocupación por la privacidad, los precios y una experiencia inmersiva de calidad son elementos clave para el éxito de las gafas de realidad virtual. Apple ha estado atenta a estas lecciones y ha trabajado para superar los desafíos que sus predecesores enfrentaron.

Con las nuevas Apple Vision Pro, la compañía de Tim Cook busca combinar la realidad aumentada y la realidad virtual de una manera más integrada y atractiva. A través de una interfaz intuitiva y una integración inteligente con el entorno, estas gafas prometen llevar la experiencia de la realidad virtual a un nuevo nivel.

Lo increíble es que no te desconectan por completo de la realidad que te rodea. Con estas gafas, puedes seguir viendo a las personas a tu alrededor y ellos también pueden verte a ti, gracias a una tecnología innovadora llamada Eyside. 

Cuando estás disfrutando de contenido en las gafas, la pantalla se llena de colores para indicarlo, pero si alguien se acerca demasiado, la pantalla se hace transparente y tus ojos vuelven a ser visibles. Además, si estás a punto de chocar con una pared u otro objeto en la habitación, la imagen en las gafas se vuelve translúcida para advertirte del peligro gracias a sus doce cámaras y cinco sensores, algo que ningún otro dispositivo de este tipo había conseguido hacer.

UNA REALIDAD CERCANA A BLACK MIRROR

Con el lanzamiento de Apple al mercado de sus nuevas gafas de realidad mixta, y la similitud con un episodio inquietante de la famosa serie de Netflix Black Mirror no pasa desapercibida. Si bien estas gafas prometen una experiencia tecnológica revolucionaria, no podemos evitar recordar el episodio titulado "Toda tu historia" de la primera temporada.

Este episodio, escrito por Jesse Armstrong, y dirigido por Brian Welsh, nos sumerge en una realidad alternativa donde la mayoría de las personas llevan un dispositivo implantado detrás de la oreja desde su nacimiento. Este dispositivo les permite grabar y registrar cada momento de sus vidas, y luego reproducirlo y revivirlo en una pantalla o incluso a través de sus propios ojos.

Se cree que, al igual que en el episodio, el sistema de las gafas de Apple despertará una obsesión en quienes las usan. La posibilidad de revisar cada detalle de su vida cotidiana, desde reuniones de trabajo hasta discusiones acaloradas e incluso encuentros íntimos con exparejas, se convierte en una tentación irresistible.

Ahora, solo el tiempo dirá si Apple ha logrado superar los obstáculos que han frustrado a otros en el pasado. Pero mientras tanto, el mundo espera con gran anticipación el próximo capítulo en la evolución de las gafas.

¿Te interesa nuestro contenido? Suscríbete aquí.