Cuando el bullicio de la ciudad agobia, el agroturismo es la opción ideal para revitalizarse. Un tour por las haciendas donde el turista despierte con el canto de las aves, desayune café con patacones hechos al instante, elabore chocolates o simplemente disfrute de un paseo en bicicleta o por caballo.

Ser turista en el propio país es conocer la magia de su gente y de los sitios poco explorados. Es la oportunidad para redescubrir al Ecuador desde otra perspectiva, una más fresca. Viajar dentro del territorio nacional no es difícil, tampoco se requiere de mucho dinero para conocer lo que tiene la Costa, Sierra, así como la mística Amazonía y las mágicas islas Galápagos.

Siguiendo esa premisa, en esta ocasión el recorrido fue en Bucay, cantón de la provincia del Guayas, donde se halla la llamada Ruta de las haciendas. Para los citadinos que quieren cambiar de ambiente y disfrutar de un momento de esparcimiento al aire libre, el campo y la vida dentro de una hacienda es el mejor lugar.

Ingrese por el recinto San Pedro

Para ingresar a esta ruta hay tres alternativas, una de ellas está en la vía Bucay-Naranjito. Su entrada es por el recinto San Pedro, donde se toma un desvío a través de un camino lastrado.

Desde que empieza el trayecto, los turistas quedan deslumbrados por el ganado vacuno y lechero que se observa en los pastizales, la diversidad de las plantaciones, además del cuidado y elegancia de las haciendas que son de propiedad privada, pero que sus dueños han apostado por el agroturismo, abriéndole las puertas a los turistas.

Daniel Echeverría, uno de los visitantes, resaltó que estos viajes permiten conectarse más con la naturaleza y desconectarse del estrés de la ciudad.

Pachakay

En esta ruta existen al menos unas cinco haciendas que, a más de las visitas diarias también, brindan el servicio de hospedaje y reservaciones para bodas, conferencias o actividades familiares. Entre ellas está Pachakay, cuyo significado es ‘Tierra de Bucay’ y se remonta a más de 130 años de historia, según sus administradores. En el sitio hay actividades para grandes y chicos que podrán visitar el huerto orgánico, hacer macetas de barro, plantar su propia planta y disfrutar de las amplias áreas de juego y diversión.

En cada una de las haciendas los turistas tienen la libertad de recorrerla y el compromiso de cuidarla.

Rosendo Estrella, habitante de San Pedro, aseguró que esta ruta a más de brindar diversión también da fuentes de empleo a los lugareños, quienes se dedican a la producción de caña de azúcar, cacao, maracuyá, entre otros.

Actividades a la carta

Dentro del turismo de montaña y rural se ofrecen aventuras al aire libre. Hay oferta gastronómica de platos típicos que mantienen el sabor del campo, actividades tradicionales como el ordeño de vacas, alimentar a las aves de corral, cabras y al ganado. También hay cabalgatas, talleres de apicultura y otros, donde enseñan a preparar pan, chocolates o queso.

“Es un turismo donde los visitantes se liberan de todo para conectarse con las raíces ancestrales de la ruralidad”, expresa Ángel Llorente, administrador del lugar.

Si desea vivir una experiencia completa y despertar con el canto de las aves o deleitarse con un impresionante atardecer en medio del campo o de algún lago, lo recomendable es reservar el hospedaje en una cabaña con miradores a los lagos o las plantaciones.

Más aventuras

Si al finalizar el recorrido de alguna de las haciendas aún le queda tiempo, puede volver al cantón General Antonio Elizalde (Bucay), donde hay diversidad de opciones, como visitar sus ríos, cascadas y mezclarse con la comunidad shuar, que conserva piscinas de aguas termales.

Detalles

• Bucay es un cantón del Guayas que está entre 700 a 1.200 metros sobre el nivel del mar; su clima es cálido. El recorrido que se ofrece limita con Chimborazo.

• Cuenta con ríos y cascadas, donde también se puede practicar diferentes deportes extremos.

• Para llegar a la Ruta de las haciendas no hay buses urbanos, el transporte público arriba hasta el recinto San Pedro y desde ahí se pueden alquilar camionetas o tricimotos. Se ingresa por un camino lastrado.

• Es recomendable llevar al paseo sombrero o gorra, bloqueador solar, repelente de mosquitos, ropa ligera, de preferencia pantalón y camisas de mangas largas.

• Para ingresar a las haciendas se debe pagar el valor que cubre el recorrido, talleres, comida, paseos en botes y las cabalgatas. Dependiendo del sitio que visite, la tarifa puede oscilar entre 12 y 25 dólares por persona. Es preferible hacer las reservaciones con tiempo, especialmente en feriados.