La Sociedad Estadounidense del Cáncer define el cáncer de pulmón como un tipo de cáncer que se origina cuando las células del cuerpo comienzan a crecer sin control, en el pulmón. Por lo general, los cánceres de pulmón comienzan en las células que revisten los bronquios y otras partes del pulmón, como los bronquiolos o los alvéolos.

Este tipo de cáncer cada vez es más frecuente, sobre todo en mujeres. Actualmente es el tercero más diagnosticado en el sexo femenino. 

El cáncer de pulmón es uno de los más complicados de tratar, y se ha convertido en la primera causa de muerte por cáncer en España, tanto en hombres como en mujeres, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Esta patología es provocada por distintos factores. Sin embargo, la causa principal actualmente, es el tabaquismo. Aunque las personas que están expuestas al humo, aunque no lo consuman de forma directa, también corren riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Otra causa de este tipo de cáncer son los antecedentes familiares. Las personas con un familiar ya sea, padre, madre, hermano o hijo con cáncer de pulmón tienen un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.

La exposición a componentes cancerígenos como el asbesto, arsénico, cromo, berilio, níquel, hollín, alquitrán, o la exposición a la radiación, aumentan la probabilidad de desarrollar un tumor pulmonar.

Según Solca, generalmente este cáncer no produce síntomas ni signos en las etapas iniciales, cuando la enfermedad es avanzada si suele presentar ciertos síntomas.

Sintomatología del cáncer de pulmón:

Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, los síntomas más comunes son:

- Una tos que no desaparece o que empeora.

- Tos con sangre o esputo (saliva o flema) del color del metal oxidado.

- Dolor en el pecho que a menudo empeora cuando respira profundamente, tose o se ríe.

- Ronquera.

- Pérdida del apetito.

- Pérdida de peso inexplicable.

- Dificultad para respirar.

- Cansancio o debilidad.

- Infecciones como bronquitis y neumonía que no desaparecen o que siguen recurriendo.

- Nuevo silbido de pecho.

Si el cáncer de pulmón se propaga a otras partes del cuerpo, puede causar:

- Dolor en los huesos (como dolor en la espalda o las caderas).

- Alteraciones del sistema nervioso (como dolor de cabeza, debilidad o adormecimiento de un brazo o una pierna, mareos, problemas con el equilibrio o convulsiones) a causa de la propagación del cáncer al cerebro.

- Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia) a causa de la propagación del cáncer al hígado.

- Hinchazón de los ganglios linfáticos (grupos de células del sistema inmunitario) como las del cuello o por encima de la clavícula.