
Cómo tener un segundo matrimonio exitoso: superando el pasado
¿Es posible un matrimonio feliz después del divorcio? Descubre cómo reconstruir el amor con nuevos acuerdos
Terminar un matrimonio es una de las experiencias más dolorosas que puede vivir una persona. Pero cuando el amor resurge y dos personas deciden darle una segunda oportunidad a su relación, se abre la puerta a una posibilidad extraordinaria: construir algo nuevo sobre las cenizas de lo que no funcionó.
Antes de embarcarse en un nuevo matrimonio, es fundamental trabajar en las secuelas emocionales del divorcio. El psicólogo especializado en sexología Diego Guaranda explica que “desde la parte psicológica, es importante primero trabajar las secuelas de un divorcio o separación, ya que pueden afectar futuras relaciones debido a patrones disfuncionales de interacción y creencias infundadas durante la convivencia”. Este proceso de sanación implica terapia individual para procesar el duelo, identificar qué se quiere (y qué no) en una nueva relación, y establecer límites saludables desde el inicio.
Muchas parejas caen en la trampa de creer que, por el simple hecho de reconciliarse, los problemas del pasado desaparecerán como por arte de magia. En un artículo Michael Cooper, abogado californiano especializado en divorcios, advierte que “las segundas oportunidades solo funcionan si hay cambios reales. Si no se abordan los conflictos de raíz, es probable que vuelvan a surgir”. Por eso es crucial hablar con honestidad sobre expectativas en todos los ámbitos: finanzas, roles en el hogar, crianza de los hijos y, especialmente, sobre cómo manejarán los conflictos esta vez.
Pilares de la conexión: comunicación e intimidad
La comunicación se convierte en el superpoder de las parejas que logran sobrevivir a un divorcio y reconstruir su relación. Susan Pease Gadoua, terapeuta de parejas y autora de libros como “Contemplating Divorce”, señala que “las parejas reconciliadas que triunfan son aquellas que aprenden a escuchar sin juzgar y a expresar sus necesidades sin atacar”. Herramientas como la terapia de pareja pueden ser invaluables, pero incluso pequeños cambios (como evitar el tono acusatorio o tomarse un tiempo para calmarse antes de discutir) marcan una diferencia significativa.
En el ámbito sexual, Guaranda recomienda “hablar abiertamente sobre deseos y límites, construir una buena intimidad y evitar comparaciones con la relación anterior”. La conexión emocional debe ser prioridad, no solo la frecuencia del acto sexual. Reconstruir la intimidad requiere paciencia, diálogo sin tabúes y la disposición de crear una nueva dinámica que no repita los errores del pasado.
Cuando los fantasmas aparecen
Es inevitable que, ante ciertos conflictos, resurjan heridas del divorcio anterior. Es por esta razón que el psicólogo aconseja procesar esas emociones en terapia y mantener una comunicación abierta: “expresar lo que se siente, establecer acuerdos y trabajar en la conexión emocional”. Cuando aparezcan esos fantasmas, es útil detectar qué situaciones activan viejos miedos, hablar sin reproches usando frases como “me siento...” en lugar de “tú siempre...”, y crear nuevos rituales que rompan asociaciones negativas.
Si hay hijos involucrados, ellos deben ser la prioridad. Las parejas que logran rehacer su familia con éxito mantienen una crianza coherente, evitan usar a los hijos como mensajeros y les brindan seguridad emocional. Los niños necesitan ver consistencia y estabilidad, no promesas vacías.
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