El arroz blanco es uno de los protagonistas de la mayoría de platos típicos ecuatorianos y por eso, es conocido como el ingrediente imprescindible dentro de los almuerzos familiares. Sin embargo, la nutricionista Ángela Dau recalca que no se recomienda incluirlo dentro de los planes nutricionales enfocados en la pérdida de peso porque “tienen una mínima cantidad de fibra y alto porcentaje calórico. Una taza (225 gramos) tiene 320 calorías”.

Cómo sustituirlo:

Vegetales fructíferos. El brócoli, coliflor, repollo, col morada y coles de bruselas son una de las opciones con las que puede reemplazar el arroz. Cuentan con un alto porcentaje de agua, fibra, complejo B, calcio, hierro, magnesio, vitaminas A, C y K.

Para su preparación, puedes cocerlos al vapor por aproximadamente cinco minutos y rayarlos para que obtengan una consistencia similar al risotto. Condimenta con especias como el orégano, curry, pimiento o pimentón. Una taza de estos vegetales tiene cerca de 110 calorías. La especialista recomienda ingerir máximo 400 gramos al día porque podrían causar flatulencias.

Cereales. La quinoa, amaranto y cuscús también pueden ser un acompañante ideal para las proteínas dentro de los almuerzos y cenas. Son ricos en aminoácidos, zinc, potasio y su elevada cantidad de fibra ayuda a que sientas una mayor sensación de saciedad, facilita el tránsito gastrointestinal y previene el estreñimiento.

El amaranto es apto para las personas celíacas porque no posee gluten. En el caso del cuscús, es un cereal que se obtiene de la sémola del trigo y es conocido como el reemplazo del arroz en países africanos. Estos cereales tiene un promedio de 230 calorías por porción (una taza).