La solución de conflictos a través de los Centros de Mediación en Guayaquil se vuelve una alternativa que descongestiona la Función Judicial en el país, pero cuyos servicios son pocos conocidos por los ciudadanos.

• QUÉ DICE LA LEY. El Art. 190 de la Constitución establece que: “Se reconoce el arbitraje, la mediación y otros procedimientos alternativos para la solución de conflictos...”

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Son 182 centros, a nivel nacional, avalados por el Consejo de la Judicatura, que es el encargada de autorizar el funcionamiento de estos espacios.

En mediación se pueden resolver problemas frecuentes como pensiones de alimentos, pago de liquidaciones laborales, terminación de contratos y desalojo, acuerdos de pago, y muchos otros problemas extrajudiciales.

“El Art. 43 de la Ley de Arbitraje y Mediación señala que: “La mediación es un procedimiento de solución de conflictos por el cual las partes, asistidas por un tercero neutral llamado mediador, procuran un acuerdo voluntario, que verse sobre materia transigible, de carácter extrajudicial y definitivo, que ponga fin al conflicto”, explica el abogado Josué Constante, director del centro de mediación Consalva Law.

Constante expone a EXPRESO que este tipo de centros descongestionan la justicia ordinaria, resolviendo problemas que las partes, el solicitante y el invitado, tienen la voluntad de remediar. Además, asegura que la preparación de los mediadores es exhaustiva, lo cual permite resultados favorables en la mayoría de los casos. “Para prestar nuestros servicios se deben cumplir con la formación de 120 horas académicas y prácticas con observaciones de casos reales, y así ser certificado por un centro de mediación, aparte del organismo pertinente”.

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La máster Rubí Carrera, directora de Dialoga Latitud Cero (DLC), tiene experiencia en gestión de conflictos como mediadora desde el 2013.

La oferta del servicio de gestión positiva cubre con mayor demanda los inconvenientes vinculados con pendientes de pago, problemas de la familia, niñez y adolescencia; y asuntos laborales. Carrera recomienda utilizar a la sociedad la mediación para “ahorrar tiempo y dinero, así como establecer de manera positiva que la paz sea familiar, social o comunitaria”, asegura.

Cada centro de mediación cuenta con un tarifario autorizado por el Consejo de la Judicatura, en el que se cancela una tarifa administrativa y una tasa según la cuantía del acuerdo arribado. Los jurisconsultos recomiendan realizar una cotización según el centro de mediación de su preferencia, ya que varían los valores.

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Carlos Garcés, gerente de la empresa LOIDIMP S.A., se enteró de estos centros, a través de socios comerciales y su abogado de confianza, el servicio que recibieron fue exitoso y les ahorró un proceso judicial largo y costoso para ambas partes, además de una solución amigable en un ambiente colaborativo. “Enfrentamos una cartera vencida de cobranzas que estaba afectando nuestro flujo de caja. A través de la mediación pudimos llegar a un acuerdo con la parte deudora estableciendo un plan de pagos realista”, confiesa.

"NO TODOS PUEDEN EJERCER"

Para los mediadores acreditados, trabajar en resolución de conflictos, “no es para cualquiera”, según el abogado Josué Constante. “Cuando se gradúan de los cursos se dan cuenta que el Consejo de la Judicatura no es el que los avala completamente, sino que debe ser también un centro de mediación que les permita trabajar allí”, asegura.

Hay demasiados estudiantes que necesariamente no requieren ser abogados y que pueden ejercer, asegura el mediador Andrés Nacipucha. Nacipucha, que aún es estudiante de Derecho en la Universidad Ecotec, tiene conocimiento de leyes, lo que le permite ejercer con mayor facilidad casos familiares y laborales.

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