
El esqueleto de un gigante descubierto en Loja genera impacto en Europa
Ecuador pudo haber tenido una prueba única de civilizaciones antiguas, pero terminó en manos extranjeras
En el corazón de la provincia de Loja, en el poblado de Changaimina, parroquia de Gonzanamá, Ecuador, se esconde una de las historias más asombrosas y menos contadas del país. Un descubrimiento que, casi seis décadas después, sigue cautivando a miles en Europa, mientras en su tierra de origen, la memoria se desvanece.
Un gigante en las montañas de Loja: El descubrimiento del Padre Vaca
Fue el 10 de diciembre de 1965 cuando el padre Carlos Vaca (1912-1999), junto a 25 moradores de la zona, desenterró los restos óseos de lo que parecía ser un gigante de aproximadamente siete metros de altura. Un hallazgo que, en su momento, generó asombro y especulaciones, pero que con el tiempo, fue cayendo en el olvido en Ecuador.

De un patio ecuatoriano a las vitrinas suizas
Hoy, esta increíble osamenta es la estrella principal del museo Mystery Park en Interlaken, Suiza, donde se exhibe desde 2004. Además, algunos huesos seleccionados se encuentran en la colección particular del investigador paranormal austriaco Klaus Dona.
Pero, ¿cómo llegó este tesoro paleontológico desde un recóndito rincón de Loja hasta el centro de Europa? El ufólogo ecuatoriano Jaime Rodríguez, en exclusiva para DIARIO EXPRESO, reveló detalles de esta increíble travesía.
En 1991, Rodríguez intentó adquirir los huesos para someterlos a estudios científicos, ofreciendo lo que en su momento fue una considerable suma de 10 millones de sucres (unos 363 dólares actuales), pero no logró cerrar un acuerdo con el padre Vaca.
"El padre armó el esqueleto y lo colgó en una plaza pública, afirmando que era prueba de una profecía bíblica. Luego lo guardó en su casa, amontonado, sin darle la importancia histórica que merecía", relató Rodríguez.
Según el ufólogo, el padre Vaca buscaba vender la osamenta para asegurar una herencia monetaria a sus cuatro hijos.
De Ecuador a Suiza: el esqueleto que cruzó continentes
La historia dio un giro internacional cuando el investigador húngaro Zoltan Czellar logró adquirir los restos.
Posteriormente, Czellar los vendió al museo suizo, donde el esqueleto fue reconstruido y exhibido por el renombrado escritor Erich von Däniken, autor de obras que exploran las teorías de antiguas civilizaciones y su posible contacto con seres extraterrestres.

Desde entonces, el enigmático gigante de Loja se ha convertido en una popular atracción en Europa, atrayendo a curiosos y científicos por igual. Mientras tanto, en Ecuador, el recuerdo de este extraordinario descubrimiento apenas se mantiene vivo.
"Los restos fueron ignorados por falta de apoyo económico e interés académico. Es uno de los hallazgos más impresionantes que ha tenido el país, y terminó aprovechado por investigadores internacionales. Ahora en Europa el esqueleto es muy conocido", lamentó Rodríguez.
Relatos históricos de gigantes en el Ecuador prehispánico
La idea de gigantes en tierras ecuatorianas no es nueva. El jesuita Juan de Velasco, en su célebre obra Historia del Reino de Quito (1789), ya mencionaba que Manta, en la provincia de Manabí, fue habitada por gigantes en los inicios de la era cristiana.
Además, existen registros de hallazgos similares en otras provincias como Santa Elena e Imbabura, lo que alimenta aún más el misterio y las teorías.
Gigantes en Sudamérica: ¿mito, realidad o fenómeno sin explicar?
Incluso la historia sudamericana está llena de relatos de encuentros con seres de proporciones colosales. El famoso navegante Fernando de Magallanes, en su expedición por el estrecho que hoy lleva su nombre, documentó en su bitácora el avistamiento de un hombre de gran tamaño, cuya estatura duplicaba la de los europeos.