Es un hecho. Actualmente el mundo de la belleza es para todas y todos. Atrás quedaron las viejas creencias de que solo las mujeres eran quienes se pintaban el cabello, se hacían manicura, acudían a un spa o se sometían a cirugías estéticas para corregir algunas imperfecciones.

Los hombres poco a poco están más interesados en el cuidado de su imagen personal y recurren a los cirujanos para resaltar atributos, luchar contra el paso del tiempo o definir sus músculos. Por esta razón, en SEMANA conversamos con los expertos para conocer sobre las intervenciones estéticas que más demandan los caballeros.

María Franco Zúñiga, cirujana plástica, dice que las operaciones de este tipo, tanto en hombres como mujeres, aumentaron tras la pandemia. “Tuvimos mucho tiempo de sedentarismo. Por ejemplo, las personas que no salían a caminar engordaban y por eso luego buscaron ayuda profesional para lucir una imagen más esbelta y atractiva”.

De acuerdo con la especialista, las intervenciones más realizadas son lipoescultura, reducción de abdomen y mamas (ginecomastia), rejuvenecimiento facial y rinoplastia.

Cuerpo esbelto a través de la lipoescultura

A partir de los 30 años el hombre tiene menos tiempo para hacer ejercicio. Por ello es común que la grasa se vaya acumulando en los lados de la cadera alta, que está ubicada exactamente sobre el cinturón.

“Incluso hay quienes, aunque tengan abdomen plano, tienen esta grasa por un asunto genético, motivo por el que se hacen una ‘lipo’ en esa zona, para removerla”, explica Franco.

En la parte alta también optan por la cirugía de abdomen y de pecho (ginecomastia), ya que por la mala alimentación y el exceso de grasa se visualizan protuberancias en las glándulas mamarias.

El problema se puede solucionar con una incisión pequeña a nivel de la axila, que deja una mínima cicatriz. Mientras que la realizada en la zona abdominal, combate la famosa “pancita cervecera”, el procedimiento extrae tejido graso y exceso de piel, se lo hace con anestesia general y requerirá posteriormente una visita a una cosmetóloga para recibir masajes de drenaje linfático.

• Tiempo de intervención: 1 a 2 horas

• Tiempo de recuperación: Al cuarto día puede volver a trabajar. Probablemente necesitará masajes de drenaje linfático por 10 días.

Rejuvenecimiento facial: Lucha contra la edad

Con el paso del tiempo, a partir de los 45 años se acumula grasa en los párpados superiores, lo que causa el efecto de tener una mirada muy cansada, por lo que una blefaroplastia (cirugía de párpado) ayuda a mejorar el aspecto.

“En una etapa en la que el hombre está activo laboralmente, lo último que se quiere es que al día siguiente venga su jefe y le diga: ¿Has pasado una mala noche?”, sostiene la galena.

Por otro lado, después de los 50 años la parte inferior de la cara empieza a notarse caída, problema que encuentra solución con un estiramiento facial. Esto mejorará el área del cuello y las líneas debajo de la mandíbula. Se complementa con el relleno del surco nasolabial (canal que va desde la parte superior del labio hasta la nariz).

“En ambos casos son cirugías ambulatorias y se las realiza con anestesia local. El paciente luego tiene que usar una venda que comprima el cuello hacia arriba para que la piel quede bien pegadita”, detalla la cirujana.

• Tiempo de intervención: 1 hora

• Tiempo de recuperación: 8-10 días

Rinoplastia

La nariz es una parte importante del rostro y ya sea por algún accidente o por herencia, esta puede no lucir como nos gustaría, por lo que corregir el perfil a través de una operación es uno de los pedidos más solicitados. Dependiendo del tipo de problema, como desviación o dificultades respiratorias, se realiza una septoplastia (casos graves) o rinoplastia (casos sencillos). En ambos procedimientos, la doctora recomienda tener 18 años o más para someterse a ellos.

• Tiempo de intervención: 45 minutos si es la normal, 1 hora y media si es la septoplastia.

• Tiempo de recuperación: Hospitalización por 1 día y la recuperación toma 8 días.

Cirugía íntima: rompiendo un tabú

El alargamiento y engrosamiento del pene (faloplastia) es un tipo de cirugía que de acuerdo con Marcelo Abad, vicepresidente de la Sociedad Ecuatoriana de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética (Secpre), tiene un nuevo auge en el país.

El especialista ha realizado 450 intervenciones de este tipo en hombres con un tamaño pequeño de su miembro viril. Esta operación, a criterio del experto, les ha ayudado a los pacientes a contrarrestar el sentimiento de inferioridad, sus complejos, sus problemas de pareja y hasta la eyaculación precoz.

Alargamiento: se realiza el corte con láser de un ligamento que sostiene la parte interna del pene. Esto hace que el pene baje, ganando de 3 a 4 centímetros.

“Este ligamento tiene la tendencia a volverse a pegar, pero yo realizo una técnica con la que la grasa de la misma zona la uso como bloqueo para que no vuelva a unirse”, explica Abad.

Engrosamiento: La grasa que se encuentra en el pubis o en el abdomen es extraída y posteriormente procesada en una máquina que selecciona las células madre. Estas pasan unos filtros llamados nanocélulas y son inyectadas debajo de la piel del pene en toda su longitud.

• Tiempo de intervención: 1 hora

• Tiempo de recuperación: 3-4 semanas