Dentro de cualquier cirugía, la palabra anestesia es la que más preocupación despierta por los riesgos que puede conllevar.

El mismo temor aparece cuando es nuestra mascota la que debe pasar por dicho procedimiento, muy necesario a la hora de una intervención quirúrgica.

Que se puede esperar lo peor, claro que sí, siempre hay peligro, pero es más pequeño de lo que se piensa. La anestesia de tipo local es la que menos probabilidad de riesgo conlleva, en cambio, la general podría ocasionar algunas complicaciones.

Según el veterinario Oswaldo Ubilla, a la mascota hay que anestesiarla para un procedimiento quirúrgico, siempre y cuando se tengan los exámenes para poder realizar una estrategia anestésica de acuerdo a las necesidades del paciente. Solo así se pueden minimizar los riesgos.

• Efecto

El efecto de la anestesia va a durar dependiendo de la dosis a usar del sedante y patología del paciente, los riesgos mayormente son una broncoaspiración, pero son pocos los pacientes que la sufren, por eso se establece un tiempo de ayuno necesario para evitar los vómitos. El efecto puede durar un poco más de las 24 horas tras la operación.

• Después de la operación

Tras la sedación, hay que mantener al perro vigilado las primeras 24 horas. Después de haber sido anestesiado, el animal puede aparecer cansado, deambular de un sitio a otro y dar muestras de inquietud. También puede evidenciar mareos como efecto secundario de los analgésicos administrados. Cada mascota reacciona de modo diferente a los distintos tipos de anestesia.

• Tips

1.  Permite que esté cómodo una vez que regrese de la operación, prepárale su lugar de descanso.

2. Verifica siempre la temperatura corporal por si detectas algo anómalo. Lo normal es de 38-39°C.

3.  Haz que orine. Algunos perros pueden mostrar incontinencia urinaria en días posteriores a la cirugía.

4. Cuando haya despertado por completo, solo ahí dale sus alimentos y agua. Nunca lo pierdas de vista, por si se presenta alguna anomalía tras la operación y sedación.

• Importante

El conocimiento del veterinario que la utiliza y lo principal es la atención que se le da a los pacientes luego de que despiertan de la anestesia.

En este caso, el veterinario aconseja “mantenerlos en un lugar cómodo para que su despertar sea el adecuado, mantener su temperatura y, sobre todo, si el paciente vomita tratar de asearlo lo antes posible”.