De donde viene y adonde va

Sabemos de donde viene, pero no adónde va. Las nuevas señales del microtráfico dibujan un panorama complejo que, según los expertos en seguridad, tiene consecuencias impredecibles.

Los jóvenes y menores de edad, protagonistas de la tendencia de la venta de drogas al menudeo, terminan envueltos en el mercado ilegal por una lista de causa tan diversa como: “la adicción, presión social, placer, poder o ‘status’ y hasta por resentimiento social”, según reseña a EXPRESO la presidenta de la Asociación de Psicología Jurídica y Forense, Zoraya Bohórquez, en un intento por dibujar el perfil criminal de los traficantes júnior.

Según Bohórquez, con más de dos décadas dedicadas a esta ciencia, los jóvenes resultan más violentos “porque los adultos, sus líderes, posiblemente los preparan para que sean así. Es parte de la estrategia”, dice.

Ese nuevo ‘modus operandi’ no es, realmente, tan novedoso. Javier Oliva, especialista en narcotráfico de la Universidad Autónoma de México, asegura que estas son señas comunes cuando se aplica la estrategia de “la confrontación” desde el Estado.

Oliva, públicamente partidario de la legalización de drogas blandas, ha seguido de cerca la radicalización de la violencia en su país, donde las desapariciones y la coerción dirigida a menores aparecieron hace más de una década.

“Existe una relación. No puede decir que estos hechos indican un nuevo escalón en la forma de operar del narco, pero, sin duda, son acciones que ya tienen lugar en países como este”, asegura el experto en referencia a México.