Fachadas. La hiedra requiere cuidados. En los climas cálidos es preferible mantener el suelo húmedo.

Un tapete verde que se adhiere a las paredes

Sea para dar verdor a las paredes o cubrir un espacio que no gusta de una fachada, la hiedra es la solución que escogen en algunos hogares guayaquileños para sacarle doble provecho a estas plantas. En Urdesa, Ceibos, Bellavista o el barrio Centenario

Sea para dar verdor a las paredes o cubrir un espacio que no gusta de una fachada, la hiedra es la solución que escogen en algunos hogares guayaquileños para sacarle doble provecho a estas plantas. En Urdesa, Ceibos, Bellavista o el barrio Centenario son sitios donde las casas han adoptado una fachada verde desde hace mucho tiempo.

Por un lado está la estética. “Para que se vea bonito todo”, dice en un español leve Anita Tseng, la propietaria de Flor de Lotto, un vivero ubicado en Urdesa. Ella indica que las casas con plantas son hermosas, todas deberían tener algunas, pero las que tienen fachadas ‘verdes’ son más llamativas. Para su cuidado lo que recomienda es agua y “la vitamina: amor”, dice.

El biólogo Mario Camba, fiscalizador de áreas verdes de la división Ecoproyectos, resume a la hiedra como una planta rústica de fácil cultivo; muy útil para cubrir muros, paredes y elementos que deseemos ocultar a la vista o para hacer una pantalla verde fresca. Esto es un beneficio en una ciudad en la que parece que el sol es eterno.

La trepadora se encuentra en diferentes variedades: de hoja grande o más pequeña; las que necesitan soporte y las que no, estas últimas son más utilizadas por la facilidad con la que se prenden en las paredes, su nombre es hedera helix, comúnmente conocida como hiedra.

Sin embargo, las que necesitan apoyarse, aunque no tienen capacidad de cubrimiento que las anteriores ofrecen floraciones variadas.

Camba explica que las variedades de hoja pequeña de la hiedra se pueden usar para la jardinería escultural; cultivar en macetas, o usar como tapizante del suelo.

En general tolera las bajas temperaturas, prefiere atmósfera con humedad. El terreno más indicado será el alcalino con buen drenaje y, si es posible, rico en materia orgánica, indica el experto y agrega que la planta debe permanecer con riego regular, “no excesivo ya que un abuso de agua puede provocar el ennegrecido de las hojas”.

Los problemas que se pueden presentar son las bacterias, hongos y plagas: pulgones cochinillas, arala roja, aunque nada que no se pueda controlar.

Para Guayaquil, al tener un clima cálido, el mayor beneficio que ofrece la hiedra es que “conserva el ambiente fresco y si se la cuida bien evita agrietamiento de paredes”, dice Camba.