Los gritos desgarradores de la familia de dos niños asesinados se oían afuera de la vivienda en la que fueron encontrados. Esta triste imagen se miraba en el sector de Guállaro Grande, que flanquea la localidad de Tabacundo, cantón Pedro Moncayo, al norte de Quito.

Ambos menores, un niño, de 10 años, y su hermana, de 9, fueron asesinados, según la Policía, por su padre. El hecho se registró cerca de las 09:00 de ayer.

En la misma escena fue localizado el autor. Los agentes detallaron que el tipo se había colgado de una viga en uno de los cuartos del inmueble.

Todo empezó una hora antes del hallazgo. Según las indagaciones, el progenitor de las víctimas fue a la escuela para retirarlos. Luego los trasladó al lugar y, usando un azadón, los golpeó en sus cabezas.

En pocos minutos, el sujeto también decidió quitarse la vida, indica José Burgos, jefe de la Dinased subzona Pichincha.

El padre del individuo llegó al hogar y se topó con los pequeños cadáveres. De inmediato, se contactó con el dirigente de la comuna y activaron la alarma. Además, se llamó a los policías para que hicieran las pericias.

Al lugar no solo llegaron los uniformados, sino también los parientes, tanto del presunto autor del crimen como de los infantes, entre ellos su madre, quien se desmayó en reiteradas ocasiones tras conocer del asesinato.

La policía supo que, previo al retiro de los niños de la escuela, el hombre había discutido con la progenitora de los menores, de quien ya estaba separado. Marco Amores, jefe de Policía del Distrito Cayambe- Pedro Moncayo, señaló que ya hubo antecedentes de violencia intrafamiliar.

A las 15:00 terminaron las pericias y los cuerpos de los menores fueron trasladados hasta la morgue cayambeña. Mientras los embarcaban, la madre lloraba por su partida.