Sucumbiran ante el poder
Me parece extraño que los candidatos a la Presidencia no adviertan lo que harán con respecto al sistema de gobierno. ¿Qué leyes derogarán? ¿Qué órganos desaparecerán y qué hechos de la actuación pública empezarán a fiscalizar? Por su parte, el presidente dice que la oposición busca llegar a la Asamblea para desestabilizar. Bueno, siempre ha dicho que lo quieren desestabilizar, como siempre ha dicho que va renunciar si esto o lo otro sucede. Ni desestabilización, ni renuncia. Si este régimen continúa y si la oposición logra llegar a la Asamblea, ¿sucederá lo que sucede en Venezuela? Sobre aquello, el sistema interamericano está seriamente preocupado y ha manifestado que “la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia resolvió declarar nulas y carentes de vigencia y eficacia jurídica todas las decisiones de la Asamblea General”. El 5 de septiembre se divulgó la sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que declaró que “resultan manifiestamente inconstitucionales y, por ende, absolutamente nulos y carentes de toda vigencia y eficacia jurídica, los actos emanados de la Asamblea Nacional, incluyendo las leyes que sean sancionadas, mientras se mantenga el desacato a la Sala Electoral”. Dicho de otra manera, Maduro, socialista del siglo XXI, revolucionario, amigo de Correa, logró que los jueces de esa sala piensen exactamente como él y declaren nulo todo lo actuado por una Asamblea que en su mayoría no es revolucionaria. Tal vez Venezuela buscaba un equilibrio político entre los poderes del Estado, como toda democracia demanda, pero no le resultó, no le alcanzó tener asambleístas; el poder Ejecutivo devora todo lo que se le atraviesa por el camino.
Nos toca preguntar cuál es el plan de los candidatos para desbaratar este sistema superconcentrador de poder que no advierte límites. No sería raro que quien llegue a convertirse en presidente sucumba ante la tentación de tenerlo todo bajo control, censurar y castigar a quien piense distinto. El poder siempre ha sido la más fuerte tentación de los humanos. Hay que estar muy vigilantes de cuán fuertes de espíritu son los aspirantes a Carondelet.
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