Seguridad para ganaderos

Los ganaderos del país y del litoral no solo son los dinámicos y seguros proveedores de leche, carne y cuero. Desde esta perspectiva dan seguridad alimentaria y de materia prima. En sentido estricto, son agentes económicos activos, pero sometidos a continuos sacrificios por la inseguridad en la zona rural.

Especialistas dicen que cerca del 70 % de la producción de carne a nivel nacional la provee el litoral, lo cual ha sido logrado con gran esfuerzo de los ganaderos hasta convertir a la región en autosuficiente. Antes no lo era. Hoy el hato de ganado en las distintas haciendas de esta zona provee de lo necesario para que la costa sea la zona de producción ganadera más grande del país.

Este esfuerzo no es valorado por las autoridades respectivas. Hoy, el sector sufre constantes asedios y ataques de bandas de cuatreros bien organizadas, que roban y amenazan a ganaderos de la zona. Además, conociendo que estos están desprovistos de armas, arrecian con fuerza y violencia inaudita. Antes, por acuerdo entre autoridades y ganaderos, estos podían tener armas para defenderse de los ataques que sistemáticamente realizaban las bien armadas y organizadas bandas de cuatreros. Sin embargo, se expidió una disposición oficial que decidió prohibir y terminar con los recursos que ellos contaban para su necesaria seguridad y autodefensa.

Las bandas de cuatreros, informados de esta situación y viendo que los ganaderos están indefensos, han iniciado una sistemática campaña de amenazas, robos y asesinatos para terminar con esta riqueza que con gran esfuerzo han obtenido los especializados en este tipo de actividad.

Es hora de que las autoridades no solo le den la seguridad requerida a los ganaderos del área rural del litoral sino que además se sienten a conversar y lleguen a acuerdos para que estos importantes agentes económicos no sigan desprovistos de los recursos necesarios para proteger y defender su patrimonio.

De seguir esa situación y no resolverse el problema del sector, la región sufrirá no únicamente perjuicios sino que la seguridad alimentaria se verá amenazada por riesgos y peligros. Es preciso que se abandone la idea y temor a que quienes defienden la riqueza ganadera de esta zona puedan convertirse en fuerzas de “autodefensa”, similares a las de Colombia. Tal perspectiva no existe en la región ni el país.