Centro. Edificios colapsados se ven en el área devastada por el terremoto.

El ruido de maquinas domina en zona cero

El estruendo de máquinas de construcción es lo único que se oye. Tractores, volquetes y excavadoras continuaron el último viernes retirando toneladas de escombros del centro comercial y financiero de Portoviejo, el cual quedó en ruinas por el terremoto

El estruendo de máquinas de construcción es lo único que se oye. Tractores, volquetes y excavadoras continuaron el último viernes retirando toneladas de escombros del centro comercial y financiero de Portoviejo, el cual quedó en ruinas por el terremoto de hace tres semanas.

El ir y venir de la maquinaria es lo único que le da vida al núcleo de la capital de la provincia costera de Manabí.

“Aquí no entra nadie. Ningún civil puede ingresar si no tiene autorización”, dijo un militar encargado de la vigilancia dentro de la zona cero de Portoviejo, que abarca decenas de manzanas que permanecen despobladas ante el inminente peligro de que colapsen más edificaciones.

El área concentraba las actividades comerciales y bancarias de Portoviejo, donde se registran 133 fallecidos y las autoridades han determinado que 279 construcciones que apenas se mantienen en pie son inseguras y tienen carteles rojos con la prohibición de ingreso de personas.

Otras 739 estructuras están en alerta amarilla, por lo que su utilización es restringida.

También funcionaban dependencias públicas, como oficinas administrativas de la seguridad social, las cuales se fueron a pique durante el terremoto, el Palacio de Justicia, un cuartel de bomberos.

“La tarea de demolición es ardua y riesgosa, pero al final es trabajo para nosotros a pesar de la desgracia”, manifestó el operador de una excavadora que sobre una montaña de escombros echaba abajo lo que quedaba de un edificio en medio de una nube de polvo.

En la esquina de lo que eran las transitadas calles Pedro Gual y Morales, un edificio de cinco plantas se sostiene a la espera de su derribo. Paradójicamente, aún se mantiene en sus derruidas paredes un letrero con el anuncio: “Se vende este edificio”.

Policías de Criminalística y personal de la Fiscalía de Ecuador, así como expertos de México, también rondan en la zona cero. “Recolectamos muestras de las estructuras colapsadas para investigación”, declaró un uniformado que pidió no ser identificado. AFP