En la provincia de Los Ríos, los cantones Quevedo y Valencia no solo comparten cercanía y límites geográficos, sino también el miedo que sienten sus habitantes a causa de los últimos hechos violentos acontecidos en estas localidades, sobre todo porque estos se cometen a cualquier hora.

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Entre las 16:00 del lunes 17 y las 03:45 del martes 18 de julio de 2023, cinco personas fueron asesinadas en tres ataques armados. Los dos primeros casos fueron reportados en la denominada Ciudad del Río, mientras que el último hecho criminal se suscitó en su ciudad vecina.

El primer ataque ocurrió en una peluquería del sector Los Chapulos, en Quevedo, específicamente en la calle Sexta. Ahí, las víctimas fueron Geovanny Vera Coello y Freddy Moisés Cortez Barriga. Este último fue llevado a un centro médico para tratar que le salvaran la vida, pero los esfuerzos no sirvieron de mucho, porque las heridas que sufrió fueron letales.

En el dedo medio, la mujer de Freddy Cortez se colocó un anillo que él portaba. Lo recibió luego de que le practicaran la necropsia. Ella prefirió no identificarse.

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En la morgue del cantón, los familiares de Geovanny Vera protagonizaron momentos desgarradores por su partida. Ellos lamentaban que su único pecado había sido salir a la peluquería en la que ocurrió el ataque, pues minutos antes se había hecho cortar el cabello. Este suceso respondería a una disputa por territorio para el expendio de drogas, según ha informado la Policía. Sin embargo, se buscaba determinar si el ataque era dirigido a las víctimas o si se trató de un error.

El segundo hecho violento ocurrió la noche del lunes. En el sector conocido como El Pantano, el pintor de vehículos Édison Leonardo Gavilánez fue asesinado por seis sujetos que irrumpieron en su vivienda para acabar con su vida y la de su familia.

Sin embargo, según fuentes policiales, la esposa habría rogado para que no les hagan daño y los ‘gatilleros’ decidieron dejar con vida a ella y a sus tres hijos.

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Fueron tres los sujetos que llegaron hasta el recinto 12 de Octubre, de Valencia, para ingresar a la fuerza a la casa de madera en la que descansaban Francisco Arturo Arana González y José Luis García Avilés, la madrugada de ayer. Ni los perros lograron evitar que los ‘verdugos’ despertaran a las víctimas para sacarlas al patio y ejecutarlas.