Sonriente. Así se mostraba uno de los tres detenidos por el asesinato del reconocido terapeuta Christian Marcelo Aguilera Lezcano en la fotografía que les tomaron agentes policiales tras su captura. 

El gesto del aprehendido, burlándose de la situación, generó indignación en la ciudadanía. Aguilera fue asesinado con un disparo en el pecho tras resistirse al robo de su celular. El hecho se registró la mañana del lunes 17 de julio en los exteriores de su domicilio, en la parroquia El Guayacán, en Quevedo, provincia de Los Ríos.

La tristeza embarga a la familia de la víctima. Sixto Parra, suegro de Aguilera y jurista quevedeño, no podía contener el llanto por la muerte de su yerno. Él vive cerca del sitio donde se registró el hecho y escuchó dos detonaciones, sin imaginar que el ataque iba contra su familiar.

Parra explicó que su yerno guardaba su vehículo en un estacionamiento frente a su casa. Cuando estaba cerrando la puerta, fue interceptado por un antisocial que le robó el celular y le disparó.

Enseguida, Aguilera fue trasladado hacia un hospital de la localidad, donde finalmente falleció debido a la gravedad de las heridas.

La Policía rastreó el celular de la víctima y localizó a tres personas que estarían involucradas en el robo y posterior asesinato. Ellos fueron aprehendidos en el sector 21 de Enero, perteneciente a la parroquia 24 de Mayo.

En el operativo, a los tres sujetos se les decomisó una motocicleta, 72 cartuchos (armas largas), cinco celulares, un chaleco antibalas y una radio de comunicación.

Christian Aguilera era oriundo de Guayaquil y vivía en Quevedo. Él trabajaba en el hospital del Seguro de esa ciudad. Su esposa y demás familiares acudieron al centro forense para realizar los trámites legales y retirar su cuerpo.